Hacia años que no se daba un mercado veraniego tan movido como el presente de 2017. A excepción de la noche del Draft y la semana posterior a la apertura de traspasos el verano suele ser un tramo relativamente tranquilo, sin embargo este periodo será recordado por ser uno de los más interesantes e impactantes de la historia de la NBA.
En los últimos meses hemos tenido de todo. Grandes estrellas que han cambiado de equipo, fichajes de renombre, renovaciones históricas, traspasos inesperados, proyectos que ilusionan y, sobre todo, una diferencia todavía más evidente entre la Conferencia Oeste y Este.
Los grandes traspasos
Jimmy Butler. En la víspera de la noche de San Juan tenía lugar un movimiento esperado por muchos. Jimmy Butler abandonaba Chicago Bulls para reunirse con su viejo mentor Tom Thibodeau. El conjunto de la Ciudad del Viento comenzaba una profunda reconstrucción y decidía poner punto y final con quien había sido su estrella durante los últimos años. A cambio recibían a las jóvenes promesas Zach LaVine y Kris Dunn, y los derechos del número 7 del Draft, Lauri Markkanen. Suficientes mimbres para implantar una sólida base.
Chris Paul. Decían las malas lenguas que el base formado en Wake Forest no andaba muy contento por Hollywood, y de ello se aprovechó el rey de la estadística avanzada Daryl Morey para reunirle junto a su estrella James Harden. Una operación de auténtica ingeniaría salarial que provocaba el intercambio de hasta ocho jugadores. Los Clippers, que parecían en tierra de nadie, decían adiós a su buque insignia para recibir un completo paquete de jugadores, siendo los más destacados Patrick Beverley, Louis Williams, Sam Dekker y Montrezl Harrell.
Paul George. Lakers, Celtics… Finalmente Paul George ha recalado en Oklahoma City Thunder. Sam Presti, uno de los dirigentes más destacados de la liga, conseguía al tan ansiado alero, el cual había dejado claro que no seguiría en Indiana Pacers más allá de 2018. En la operación Indiana recibía a Victor Oladipo y Domantas Sabonis, quienes pueden formar un interesante trío junto con el pívot Myles Turner.
Ricky Rubio. Su salida estaba prácticamente cantada. Los rumores sobre su traspaso sonaban con demasiada fuerza, e incluso a punto estuvo de recalar en New York Knicks en el mercado de invierno. Sin embargo, ha sido Utah Jazz quien han conseguido sus derechos a cambio de prácticamente nada, lo que deja muy claro la poca estima que le tenía Thibs para su futuro proyecto.
Isaiah Thomas. El gran movimiento de agosto. Isaiah Thomas, la estrella que levantaba nuevamente el espíritu de Boston, jugará en Cleveland Cavaliers. Danny Ainge, que anteriormente había negociado sin éxito por Jimmy Butler y Paul George, se decidía a soltar la primera ronda de 2018 de Brooklyn Nets para cerrar el acuerdo por Kyrie Irving. Los medios estadounidenses destaparon el descontento del base al verse eclipsado por la sombra de LeBron James, y su salida era más que inminente.
Carmelo Anthony. Su salida estaba cantada, pero hubo que esperar a que restasen pocos días para el inicio de la pretemporada. Anthony no quería seguir en Nueva York y avisó: o me traspasan o no me presento a la pretemporada. Dicho y hecho. Sam Presti obró el milagro de conseguir una nueva estrella para sus Thunder y así formaba un magnífico Big Three con Anthony, George y Westbrook.
Los fichajes más sonoros
Como número 1 de los fichajes está Gordon Hayward. El que fuera miembro de Utah Jazz durante sus siete años como profesional se comprometía con Boston Celtics. Un fichaje que disfrutarán los más románticos de la NCAA, ya que se pondrá bajo las órdenes de quien fuera su entrenador en Butler, Brad Stevens.
Otras operaciones destacadas han sido la firma de Danilo Gallinari por Los Angeles Clippers (65 millones); Paul Millsap y Denver Nuggets (90 millones); Derrick Rose y Dwyane Wade, ambos por un año por el mínimo salarial en Cleveland; o la fuerte apuesta de Minnesota por el trío Jeff Teague, Taj Gibson y Jamal Crawford.
¿Quiénes se han reforzado mejor?
Entre los muchos acuerdos que se han firmado durante el periodo estival, hay tres franquicias que se han movido especialmente bien en la agencia libre. Cada aficionado tendrá su propia opinión, pero entre los 30 equipos habría que destacar a Oklahoma City Thunder, Sacramento Kings, Minnesota Timberwolves y por último a los recientes campeones Golden State Warriors.
Oklahoma City Thunder. Los Thunder han pasado de ser el equipo de un hombre orquesta a convertirse en un auténtico candidato al título. Las llegadas de Paul George y Carmelo Anthony hacen de Oklahoma City un conjunto muy peligroso que podría dar un susto a cualquiera una vez que lleguen los playoffs. Falta por ver cómo se conjuntan las tres estrellas una vez que de inicio la competición y cuanto tiempo tardan en poner la velocidad de crucero, pero nadie querrá enfrentarse a los Thunder una vez que llegue la primavera.
Sacramento Kings. Cuando parecía que nadie en su sano juicio quería firmar por el equipo de California, Vlade Divac ha dado un golpe de efecto sobre la mesa. En la noche del Draft lo hizo realmente bien con las elecciones de De’Aron Fox (5º), Justin Jackson (15º, vía Portland Trail Blazers) y Frank Mason III (34º).
Unido a estas jóvenes promesas están las contrataciones de todo un base contrastado como George Hill, y la de veteranos como Zach Randolph y Vince Carter. Fichajes que cambian radicalmente el panorama de Sacramento, una franquicia que se ha caracterizado por su inestabilidad en los últimos lustros.
Minnesota Timberwolves. Apuesta a lo grande de Tom Thibodeau para devolver a su equipo a los playoffs. Butler, Teague, Gibson y Crawford cambian el roster de manera radical. Todo lo que no sea alcanzar la post-temporada sería catalogado de auténtico fracaso. Como guinda al proyecto podría ser Shabazz Muhammad, a quien le habrían ofrecido jugar por un año y el mínimo salarial.
Golden State Warriors. Los recientes campeones siguen dando mucho miedo. El equipo que preside Bob Myers ha atado la continuidad de todo su núcleo: Stephen Curry, Kevin Durant, Andre Iguodala, Shaun Livingston, David West, Zaza Pachulia y JaVale McGee. Además, están las interesantes adiciones de Nick Young y Omri Casspi, más tiradores si cabe a su ya extensa nómina de triplistas.
Las renovaciones
Histórico Curry. Stephen Curry selló el que en su momento fue el contrato más alto de la historia de la NBA. 5 años y un total de 201 millones de dólares. Números de auténtico escándalo que han sido posible gracias a la inestimable colaboración de su compañero Kevin Durant, quien ha perdonado dinero para continuar enrolado en La Bahía.
Wizards con Wall y Porter Jr. El base estrella de los capitalinos, John Wall, cerraba una extensión por cuatro años más y 170 millones de dólares, dejando claro quien será la cara visible de los Wizards. Asimismo, Brooklyn forzaba la decisión de Otto Porter Jr. y el alero se ha aprovechado para obtener el máximo salarial mediante un acuerdo por cuatro cursos y 106 millones.
Toronto ata a Lowry e Ibaka. Tras muchas y venidas de ambos, Kyle Lowry y Serge Ibaka continuarán con DeMar DeRozan en la franquicia que dirige Masai Ujiri. El base, uno de los más destacados durante los últimos años, firmaba por 100 millones de dólares y 3 años. Por su parte, el hispano congoleño acordaba 65 millones y 3 años.
Harden es Houston. A pesar de que a James Harden le restaban dos años más de contrato, Houston Rockets ató a su gran estrella con una extensión de contrato de cuatro años más y 170 millones de dólares que empezará a contar a partir de julio de 2019. Harden seguirá en Houston hasta 2023 y se embolsará cerca de 228 millones dólares a lo largo de los próximos seis años mediante ambos contratos.