Los Angeles Clippers están reclamando una merecida dosis de atención a medida que nos acercamos al parón por el All-Star Weekend. La franquicia angelina ha recuperado terreno después de ganar nueve de sus últimos trece partidos, hasta colocarse en la quinta posición de la Conferencia Oeste con un récord de 32-28.
La tendencia que han seguido en el último mes invita a tomárselos en serio a pesar de que no es la primera vez que terminan naufragando tras emerger como una auténtica amenaza para sus rivales. Así ha sido desde que Kawhi Leonard y Paul George unieron sus fuerzas en 2019.
Las Finales de Conferencia alcanzadas en 2021 supusieron un hito histórico para los Clippers que no devolvió ningún tipo de continuidad. La grave lesión de rodilla de Leonard tiró por la borda cualquier tipo de posibilidad de éxito y los angelinos ni siquiera participaron en la postemporada de 2022. Para un equipo construido por y para el anillo supone un tremendo fracaso si se realiza un balance general.
Ahora, la ilusión ha regresado a unos Clippers que esperan haber aprendido de los errores previos a pesar de que todavía no se han liberado del todo de los problemas físicos que han lastrado sus últimas dos campañas.