La mejor adquisición de los Thunder esta temporada

Si le queremos poner algún otro adjetivo a esta definición, eficiente casa con ella perfectamente. Hablamos de Jerami Grant, un joven y atlético alero que se ha convertido en un arma arrojadiza para Billy Donovan en Oklahoma City Thunder.

No nos confundamos tampoco, dejémoslo claro. No hablamos de otorgarle ningún premio individual, no oposita a ello. Tampoco es el jugador más destacado del equipo, es manifiestamente evidente. Hablamos de progreso, de un jugador que está creciendo como soporte de una idea, de alguien al que no le dan medallas pero las pelea para los demás.

Advertencia: sé que definirlo así de claro entraña la posibilidad de que vosotros, queridos usuarios, lo tiréis por tierra. Y más si algunos sois aficionados leales de OKC. Se entiende, aquí siempre estamos abiertos al debate.

Razones para la hipótesis

¿Que por qué darle otorgarle este puesto? Por su invisibilidad al ojo del aficionado que sólo ve Westbrook por todas partes. Precisamente, si hablamos de «la mejor adquisición de esta temporada» podríamos poner ahí a Russ, por la sentimentalidad de haber cambiado de rol a uno aún más agresivo y total, pero él ya estaba allí. O Álex Abrines y Domas Sabonis, dos novatos europeos que se están haciendo hueco en uno de los equipos más eléctricos de la competición, pero a ellos aún les falta mucho por demostrar. O los recién llegados Taj Gibson y Doug McDermott, pero viniendo del desastre chicagüense primero deben reconducir su senda. O Victor Oladipo, que aún tiene que desarrollarse como segudna pata de la silla que supone este equipo. Él es la mejor adquisición.

Desde un punto de vista personal vengo defendiendo en lo que llevamos de temporada que su traspaso es el que más ha hecho ganar a los dos equipos que han estado implicados. Un cambio beneficioso 100% para las dos partes, algo que es muy difícil de ver dados los tantos frentes abiertos que se abren en la NBA en este tipo de decisiones (elecciones de Draft, salario y topes, rights sobre otros jugadores, etc). Fue el que envió a Grant a Oklahoma y llevó a Ilyasova a Philadelphia. En el caso de este último, aportó a Brett Brown los ingredientes necesarios para abrir más el campo, dar un poco de aire a un juego interior (Embiid, Noel y Okafor) de calidad suprema pero demasiado centrado en lo que pasa dentro de la zona y no fuera de ella, poder formar a un jugador de similares características a las suyas como Dario Saric, ayudar a crecer psicológicamente a un equipo muy joven pero sobre el que pesa el trauma de un ‘process’ con demasiadas turbulencias y saber hacer lo suyo (que esta temporada lo ha sabido hacer bien).

Su juego

El perfil de Jerami Grant no es original ni novedoso, y su utilización tampoco. Es un jugador vertical, tanto en paso como en salto, que juega muy bien por encima del aro pese a no ser pívot y es muy ágil por debajo de la cintura, lo que le permite ser un jugador clave en defensa.

En los Sixers le habían utilizado como «saltimbanqui» y poco más, el típico jugador que se especializa en dar ritmo y de vez en cuando deja algún destello en forma de mate potente. En la actual plantilla de Brown, el que ha adquirido esos métodos es Richaun Holmes.

Lo que aporta ahora

En los Thunder el papel de Grant es el más importante de su carrera. Por aparición, por necesidad, por confianza y por valor. Es, como decíamos, una auténtica arma arrojadiza para Billy Donovan, de las que se lanzan al enemigo para verle sufrir.

Si bien también ha hecho pinitos en ataque, lanzando algún triple pero sobre todo en lo que sabe hacer, moverse bien sin balón para finaliza cerca del aro (en alley-oop, cortando por línea de fondo, con pick&roll), donde hace pupa es en defensa.

La diversidad ha sido un plus. Ha podido defender tanto a grandes como a pequeños, aportando un valor extra. Pero lo más grande es cuándo lo ha hecho. Si os habéis fijado en alguno de los partidos importantes del año, en los finales apretados, él estaba ahí en los minutos donde todo se decide. Aunque no hubiera participado tanto en el encuentro, él estaba ahí para frenar las últimas embestidas del contrario. El ponerle a la vez que Roberson y Westbrook por fuera forma un cerco inviolable para la mayoría de conjuntos, y así lo demuestran los partidos de esa índole que han sacado adelante en esta campaña.

El vaivén

Esta temporada ha sido una montaña rusa. A él le viene bien, tiene varias perspectivas desde las que enfocar su juego. El traspaso en el que fue incluido fue de los primeros de la temporada y eso supuso la nula participación en la campaña de Philadelphia 76ers, otra que también sufre de altibajos.

Una vez Donovan le probó, y recordando que sólo le alumbran 22 años, fue ganando protagonismo en los no tantos minutos que disputa. Pero, como aquí aludimos, con una proyección brutal en los intanglibles dado en qué lugar de la rotación está y para qué le quieren. Por poner un ejemplo, está en el %USG (uso que el equipo da a un jugador en pista) más bajo de su corta carrera. La competencia es dura y él ha sabido hacerse un hueco.

Pero no todo iba a ser de oro. Desde la llegada de McDermott y Gibson, su participación se ha reducido drásticamente. Lleva un mes sin cruzar la frontera de los 20 minutos, o lo que es lo mismo, sin acercarse a su media habitual. Entra dentro de la lógica, ya que en su ámbito de acción hay más gente que cuando llegó.

Cuando el sol aprieta, Grant es el que clava la sombrilla para que los demás estén cómodos. Y eso es lo que han querido transmitirnos Sam Presti, mánager general, y Billy Donovan, entrenador principal, con sus actos. Un jugador con mucho tiempo para curtirse, para desarrollar quién sabe qué capacidades, para cambiar estilo y para hacerse grande. De momento, una herramienta escondida en el cajón de sastre -que no desastre- de Oklahoma City Thunder.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.