El letón fue séptimo jugador que más triples anotó hasta marzo; también el séptimo con mejor promedio. Completó su gran obra NBA y no estará en Orlando para no arriesgar la firma de un buen contrato
Davis Bertans no estará en la reanudación de la temporada que tendrá lugar en Orlando. El jugador de los Washinton Wizards ha preferido no jugarse la agencia libre que está por venir, donde podrá firmar un contrato de ya medianas dimensiones por primera vez en su carrera. No arriesga el jugador letón, pues una lesión podría aguar sus planes después de su mejor temporada, de largo, en la NBA.
El alero de los Wizards (27 años) resultó toda una metralleta hasta el parón sanitario del 11 de marzo. Bertans promedió 15,4 puntos en 29,3 minutos por noche; ambos techos de producción en la NBA para el jugador báltico. La temporada pasada, que también había batido plusmarca, dejó el pico en ocho puntos y 21,5 minutos. El salto, pues, es supino.
Especialmente prolífico se mostró Bertans desde la frontera del triple, donde encontró el séptimo mayor número de lanzamientos con acierto (200) de toda la temporada. Nunca antes se había movido en reuniones tan selectas de avezados a la larga distancia. Por delante solo dejó a James Harden (271), Buddy Hield (244), Duncan Robinson (243), Damian Lillard (226), Devonte Graham (218) y Trae Young (205).
Bertans consiguió muy notables valores de acierto bruto con también porcentajes destacados. Su 42,4 en triples resultó el séptimo valor más pío de toda la competición. Esto, contando con que Bertans llevó a cabo 8,7 lanzamientos de tres en cada envite, habla muy bien de su relación con los tiros de tres puntos en este curso.
Su reconciliación con el espacio abierto resultó la joya de la corona pero también consiguió picos máximos de su carrera en rebotes (4,7), asistencias (1,7), robos (0,7), tapones (0,6) o tiros libres intentados (2,3). Ya se sabe, suele coincidir el dato de que cuanto más vayas a la línea, más incordio resultas para el rival.
Gracias a su proceso de afilado con los Wizards, adonde llegó procedente de San Antonio —pasó allí sus tres primeras añadas en la NBA—, Davis Bertans aumentará su sueldo en la próxima agencia libre. Hasta ahora, su salario contemplaba siete millones de dólares anuales.
Ese, su próxima firma, es el gran motivo por el que Bertans no disputará el resto del curso 2019-20. En Washington le quieren de vuelta para el 2020-21 y este año no tienen nada que ganar en la cancha. El jugador no desea poner en riesgo lo mucho y bueno conseguido hasta marzo y, por ello, guardará celibato para acudir al mercado en octubre con mejores opciones que nunca.
Porque Bertans ha dejado de ser un europeo con buen tiro y mejor potencial. Desde esta campaña 2019-20 ha quedado investido como consumado especialista en la larga distancia. Y eso se paga.
(Fotografía de portada: Elsa/Getty Images)