Ayer mismo la NBA anunciaba una multa por valor de 100.000 dólares a Trae Young por, presuntamente, ausentarse de un partido sin justificación. Concretamente el que los Atlanta Hawks disputaron en Boston el pasado 12 de noviembre en partido de Copa NBA. La Liga abrió una investigación sobre la estrella de los Hawks y decretó que podría haber jugado dicho partido aunque en el parte de bajas apareciese como cuestionable por molestias en su Aquiles. Lo que no recogió el médico ni recoge la sanción es que Young se quedó esos días en Atlanta para celebrar el cumpleaños de su hija de un año.
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— Trae Young (@TheTraeYoung) November 14, 2024
Happy 1st baby girl! pic.twitter.com/GEl6eOF1aF
Obviamente los Hawks no recogieron con precisión la causa de la baja de su estrella, ya que en ningún momento hablaron de razones personales. Recientemente, Nikola Jokic también se ha perdido una serie de partidos por causas no relacionadas con el deporte y la NBA no ha investigado dichas ausencias. El serbio estaba acompañando a su mujer durante los días cercanos al parto de su segundo hijo.
Young cumple los requisitos para ser considerado ‘estrella’ bajo los estándares de la Liga, que desde el curso pasado pone lupa en la ausencia de estas por presuntos descansos. Especialmente en noches de partido de televisión nacional y fuera de casa. Es cierto que existe una mala praxis en la comunicación de la franquicia, pero la NBA se equivoca si toma este tipo de decisiones salomónicas mientras hace la vista gorda en otras ocasiones. Multar a un jugador por acudir al cumpleaños de una hija supone cruzar una línea peligrosa.
(Fotografía de portada de Trae Young vía X)