La peor racha en el peor momento: así perdieron los Warriors

Con un 3-1 a favor en las Finales, los Warriors parecían con el título casi sentenciado ante Cleveland. Para ello, lo único que tenían que hacer era evitar perder tres partidos de forma consecutiva, algo que Golden State no sufría desde hacía casi dos años y medio. En aquel momento, el equipo aún tenía a Mark Jackson como entrenador y jugadores como Nemanja Nedovic, Dewayne Dedmon o Toney Douglas en plantilla

Pero lo que nunca había pasado en la era Kerr ocurrió ante los Cavaliers. Golden State se estrelló en los tres últimos partidos de la temporada y perdió la posibilidad de lograr su segundo título consecutivo, dejando sin culminación su histórica temporada regular. Pese a mantener su acierto en el triple (más que decente 41% desde fuera del arco en los tres partidos finales), las bajas en el juego interior (Draymond Green en el 5º partido por sanción, Andrew Bogut en el 6º y 7º por lesión) explican en parte el descalabro de Golden State.

La zona fue de Cleveland

El dominio de la pintura de los Cavaliers fue una clave importante. Los 46 puntos de promedio en la zona, por solo 29,3 de Golden State, fueron una diferencia insuperable pese a su acierto exterior. Aún más decisivos fueron los porcentajes. En el área restringida, el acierto de Cleveland fue de un impactante 65,3%. Con la baja de al menos uno de sus protectores del aro en los tres partidos finales, los Warriors quedaron a merced de las entradas a canasta de LeBron James y Kyrie Irving, y del poderio en el rebote de Tristan Thompson.

Para colmo de males, los Warriors también perdieron de forma clara en uno de sus puntos fuertes: el contraataque. El mejor equipo en este terreno de la temporada regular acabó superado por la velocidad de los Cavs. El que fue el 12º equipo que menos puntos anotó en transición arrasó a Golden State en los tres últimos partidos de las Finales, con 21,7 puntos de promedio para Cleveland por solo 8,7 de Golden State. Solo entre LeBron James y Kyrie Irving (13 puntos combinados al contraataque) superaron toda la producción de Golden State a la carrera.

Pero, pese a los deméritos de Golden State, muy seguramente Oakland estaría celebrando su campeonato a estas alturas sin la monstruosa actuación de LeBron James y Kyrie Irving. El MVP indiscutible de las Finales acabría promediando 36,3 puntos, 11,7 rebotes y 9,7 asistencias en los tres últimos partidos, por 30,0 puntos y un espectacular 52,7% en triples de Kyrie Irving. A la hora de la verdad, la ejecución de sus dos estrellas sería la principal clave para hacerle perder tres partidos seguidos a Golden State y, de paso, sus sueños de levantar por segunda vez consecutiva el trofeo Larry O’Brien.


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