La pretemporada en la NBA, lugar de oportunidad y recuerdo

Se va terminando la pretemporada NBA un año más. Es un momento pasajero para la mayoría de personas, ya que se trata simplemente de un territorio de adaptación de cara a la competición o de un estado transitorio entre las vacaciones y el resto del año. No es baladí, sin embargo, para un nutrido grupo de jugadores que buscan destacar en esta época y así poder asegurarse un sitio en esta competición en un futuro.

El año pasado asomaba en esta tribuna un análisis sobre lo importante que resulta la pretemporada para ese grupo de jugadores. Las cosas han cambiado en apenas 365 días de recorrido, bastante si tenemos en cuenta el paradigma al que responde la NBA a partir de esta temporada.

Las nuevas condiciones

La renovación de la liga de desarrollo, que desde este pasado verano ha sido renombrada como G League con el naming right de Gatorade, se ha convertido en la piedra de toque de muchos jugadores. Ya lo era en los últimos tiempos, pero la seguridad laboral con el nuevo formato hace que muchos quieran optar por esa vía respecto a otras.

Los contratos duales, que aquí ya explicamos de forma exhaustiva cuando se conoció su aparición, se han convertido en la nueva herramienta del colectivo para continuar en la cuerda de la NBA. La vinculación entre la liga principal y la desarrollo se ha modificado, con más retroactividad entre los agentes que la forman.

El otro tema punto caliente de esta nueva visión es, inevitablemente, el dinero. El acuerdo alcanzado por el sindicato y los jugadores, que ha entrado en vigor en julio de este año, prevé más montante económico para todas las partes. A más dólares sobre la mesa, muchas menos oportunidades para otras ligas nacionales de retener a sus mejores jugadores de una u otra forma.

Lo que no cambia nunca es el desfile de caras conocidas que han pasado por los campus de pretemporada de los equipos para buscar ese contrato que les solucione la vida para siempre.

Jugadores de los que te acuerdas al leer esto

Una de las especialidades de este año ha sido la AmeriCup, la renombrada competición continental de selecciones que realiza la FIBA para América. Este año nos ha permitido ver a una Estados Unidos, con Jeff van Gundy al frente, en pleno proceso de pruebas para las llamadas ‘ventanas’ que se ponen en funcionamiento este próximo mes de noviembre. EE.UU. llevó al campeonato un equipo de jugadores de segunda fila, como se preveía. La victoria en el campeonato hizo a algunos ojeadores prestar más atención al grupo formado. En esa plantilla destacan algunos nombres:

  • Kendall Marshall y Xavier Munford. Ambos han estado con los Bucks, pero ya han sido cortados. Marshall, que destacó en su día en los Suns y los 76ers, sigue buscando sitio tras una doble lesión que le cortó su progresión. Munford pasó por el Barça la pasada campaña sin pena ni gloria.
  • Jonathan Holmes. También pasó por Barcelona. Ha estado con los Celtics, pero ya está desvinculado.
  • Marshall Plumlee. Lucha por un puesto en la plantilla de temporada de Los Angeles Clippers.
  • Reggie Hearn. Ha completado la plantilla de Sacramento Kings en los últimos coletazos de la pretemporada.
  • Jameel Warney. El que fue MVP de la AmeriCup sigue el proceso contrario. No ha encontrado sitio y vuelve a la liga de desarrollo, que disputará con Texas Legends.

El último de esta lista también ganó la AmeriCup, pero queda encuadrado en otro tipo de lista. Los contratos duales nos han permitido ver también a jugadores que no son nuevos en el espectro del baloncesto profesional norteamericano. Si no se vuelve a repetir el ejemplo de Milwaukee, que firmó sus dos two-way (Jalen Moore y Bronson Koenig) pero los desechó a las pocas semanas, estos serán algunos ejemplos:

  • Darrun Hilliard. Ha estado en muchas agendas, también en las europeas, pero ha optado por unirse a la estructura de San Antonio Spurs.
  • James Michael McAdoo. Es vigente campeón de la NBA, pero se quedó sin sitio en Oakland. Ahora lo tiene en Philadelphia 76ers.
  • Adreian Payne. Le veremos, según su contrato, en algunos partidos de Orlando Magic.
  • Damien Wilkins. Ha estado probando suerte en Latinoamérica durante los últimos años. A sus 37 años jugará en Indiana Pacers.
  • C.J. Wilcox. Conocido por sus dos temporadas en los Clippers, Portland Trail Blazers disfrutará de sus servicios.
  • Nate Wolters. Regresa tras su experiencia en Europa con Besiktas y Estrella Roja.
  • Jack Cooley y JaKarr Sampson. Para Cooley, que pasó por España y Alemania, supone una vuelta. Para el saltarín Sampson, la continuidad. Ambos compartirán oportunidad en Sacramento Kings.

Pero también tenemos el ejemplo contrario, algo que sí que es menos habitual pero igualmente razonable: fichar por un equipo extranjero que participa en los amistosos de pretemporada. Es el caso de Josh Smith, el que fuera campeón del Concurso de Mates de 2005. Smith se unió al Maccabi Haifa israelí, que programó partidos ante los Jazz, los Pacers y los Blazers.

Los descartes (menos esperados)

Otro caso particular es el de los jugadores que están en plantilla desde la pasada campaña, pero son liberados antes de la que se aproxima por no tener el contrato íntegramente garantizado. Es la consecuencia de la lucha del training camp, una lucha perdida en este caso. Este año tenemos a Edy Tavares, que deja de pertenecer a los Cavaliers para que estos pudieran cuadrar la plantilla tras la reconstrucción del verano.

En consonancia con lo anterior, muchas miradas en el mundo de los ojeadores internacionales se centran en este tipo de jugadores en estos momentos. Los descartes de la NBA en octubre son una fuente inagotable para equipos que no han hecho los deberes durante el verano, hicieron una mala planificación o se han topado con lesiones inesperadas en sus plantillas. Algunos equipos de Euroliga, como Baskonia (han sonado Wiltjer, Uthoff o el mencionado Hilliard), aún buscan cubrir huecos en plantilla con jugadores de este tipo.

Los descartes (más esperados)

Hagamos un último repaso a algunos nombres que han pasado por otro de los estadios en los que podríamos categorizar la pretemporada: jugadores que simplementan complentan el training camp. Hay muchos nombres que quizá a ti, querido lector, te suenen de un pasado no muy lejano.

  • Marcus Williams. Aquél que maravilló con su talento en Unicaja, aquél, ha estado en la plantilla de Sacramento Kings.
  • Torian Graham. Ha salido de la universidad este verano, ha estado dos meses en Tecnyconta Zaragoza y ha terminado en Utah Jazz. En busca de nuevo equipo a partir de ahora.
  • Martell Webster. No sólo dejó New Orleans Pelicans, sino que anunció su retirada profesional a los 30 años.
  • Josh Childress. Ha dado la vuelta al mundo y hasta ha probado las mieles de la nueva liga de 3×3, Big3, para terminar en Denver Nuggets.
  • Emeka Okafor. Una hernia de disco le ha dejado más de tres años sin poder competir en la cancha. Ahora, a los 35, ha vuelto a la rueda del baloncesto para buscar un último intento de reenganche.
  • Anthony Bennett. Nº1 del Draft 2013. [Rellene aquí su comentario crítico]…

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