Con poco más de una semana por delante para que arranque la temporada, continuamos con el repaso a los aspirantes a cada uno de los premios individuales de la NBA. En esta ocasión es el turno de los candidatos a Mejor Defensor del Año, un premio que ha estado marcado recientemente por el dominio de Rudy Gobert. No obstante, son varios los hombres que aspiran a arrebatar el trofeo al galo, que podría alcanzar una cifra de récord si repite.
Conviene comentar antes que, a diferencia de lo que ocurre con otros galardones, este suele ser uno de los premios más cerrados y en el que más habitual es ver repetidos los nombres de los ganadores. En cierto modo, da la sensación de que tener una buena reputación como defensor es muy importante para ser tenido en consideración, de forma que en muchas ocasiones no vale una simple buena temporada en este aspecto, lo cual se tendrá en consideración al hablar de los aspirantes. Por tanto, en esta ocasiones no barajaremos tantos nombres, ya que suele tratarse de una votación notablemente menos abierta a sorpresas y revelaciones.
Rudy Gobert
Tras ganarlo el año pasado y en tres de las últimas cuatro ediciones, es difícil no tener al francés como el gran favorito. El pívot ha sido consistentemente considerado como el mejor defensor de la liga en los últimos años por diversas razones, pues su forma de cerrar la pintura de los Jazz es sin duda uno de los motivos que han ayudado a estos a seguir creciendo como equipo. Su mera presencia intimida a sus rivales y da seguridad a sus compañeros, que son conscientes de que pueden arriesgar en la defensa exterior ya que Gobert estará detrás para ayudar.
De ganar, el galo se convertiría en el tercer jugador en la historia en ser nombrado mejor defensor de la liga en cuatro ocasiones, algo que hasta ahora solo han conseguido Ben Wallace y Dikembe Mutombo. Sería sin duda una forma de consagrarse en el olimpo de los defensores y de seguir demostrando que su criticado contrato tiene una razón de ser.
Giannis Antetokounmpo
El segundo candidato es el ganador del galardón en la temporada 19-20 y el único capaz de romper el dominio de Gobert en los últimos años. Las condiciones físicas del griego hacen de él un jugador sobradamente capacitado tanto para la defensa interior como para la perimetral, lo que le aporta una versatilidad que muy pocos hombres de su tamaño poseen y que le ha convertido en uno de los hombres más completos de la competición.
Giannis lleva desde el año de su explosión como MVP siendo uno de los grandes referentes de la liga también en el lado defensivo de la cancha, y de hecho no se entiende el gran rendimiento de Milwaukee sin su labor en las ayudas, intimidación y rebote. Los Bucks de Budenholzer se han caracterizado por su increíble solvencia anulando a sus rivales, y si bien la presencia hombres como Holiday o Brook López es también fundamental, no hay duda de que Antetokounmpo es el eje de su sistema.
Anthony Davis
El pívot llegó a Los Ángeles para convertir a los Lakers en una de las mejores defensas de la liga, y lo suyo fue llegar y besar el santo. En 2020 terminó segundo en las votaciones tras ayudar a los suyos a brillar en este aspecto, y posteriormente fue parte fundamental del anillo logrado en la burbuja gracias a su rendimiento en los dos aros. Es cierto que llega de una temporada complicada debido a las lesiones, pero no hay motivos para pensar que no volverá a brillar cerrando el aro de los de Vogel.
Con su tamaño, envergadura y movilidad, La Ceja es un jugador que lo tiene todo para ser diferencia en este apartado del juego. Todo apunta a que este año contará con más minutos como pívot de referencia, lo que le hará más importante en labores de intimidación y rebote, depositando sobre sus hombros parte importante de las esperanzas de los californianos de conquistar un nuevo título.
Draymond Green
El de los Warriors viene de ser tercero en las votaciones del curso pasado, y en general lleva años sobresaliendo en este sentido. El hombre en la sombra de Golden State ha destacado siempre por su IQ y capacidad para leer el baloncesto, lo que le lleva a, sin ser el portento físico que sí son otros aspirantes, ser capaz de solventar infinidad de defensas por su capacidad para anticipar o intuir jugadas. Esto, sumado a su continua comunicación a sus compañeros, le convierten en una figura fundamental a la hora a colocar y ajustar posiciones, algo que ayudó al equipo a ser una de las mejores defensas de la pasada liga regular.
Este año, en el que los de Kerr aspiran a regresar a la parte noble de la liga, volverá a tener más focos encima, y dicha repercusión podría ayudarle a hacerse con los votos suficientes para, esta vez sí, coronarse. Desde luego, hacer brillar a los suyos en esta mitad de la cancha sería clave de cara a sus aspiraciones.
Matisse Thybulle
Con la ausencia/salida de Ben Simmons, Thybulle ha pasado a convertirse en el mejor defensor de la plantilla de los 76ers (es incluso debatible si no lo era ya, pero no es el caso). Pese a que solo cuenta con dos temporadas de experiencia, su impacto en este lado de la cancha se hizo evidente prácticamente desde el día 1, y esta temporada podría llegarle el momento de medirse de tú a tú a las grandes estrellas de la competición. Si consigue frenar a muchas de ellas y sostener la defensa de los de Pensilvania, ganará enteros para hacerse con el galardón.
No obstante, algo que puede jugarle en contra es la ausencia de la mencionada reputación. En su corta trayectoria en la NBA, el escolta ha sorprendido por su brillante defensa exterior y ha logrado bastante reconocimiento, pero sigue siendo un hombre cuyo paso por lo liga es muy efímero como para que se le tenga en tan alta estima, lo que puede dificultarle ganar el premio.
Joel Embiid
Quien sí tiene precisamente esos galones y esa reputada trayectoria es el pívot camerunés, que también ganará peso en la defensa de los suyos este año. Embiid lleva años consagrándose como una de las grandes referencias interiores también en el lado defensivo de la cancha, con recursos de sobra para frenar a otros centers e incluso con una movilidad que le permite plantar cara a hombres más pequeños tras cambiar en bloqueos. Y estas virtudes, en ausencia de un gran defensor como Simmons y a la espera de ver quién le sustituye, se antojan más importantes que nunca.
En general, esta es una campaña interesante para Joel en ese sentido, pues si logra mantener a los 76ers como punteros del Este a pesar del convulso clima creado por el australiano, tendrá la narrativa muy a su favor. Es cierto que esto puede pesar más de cara a un premio como el MVP, pero también podría hacerle ganar enteros en este.
Ben Simmons
Mención necesaria pero con asterisco obligado. El australiano fue segundo en las votaciones de la temporada pasada, y en muchos tramos de la liga regular pareció incluso contar con serias opciones de llevarse el primer puesto gracias a su asfixiante defensa perimetral. Su físico, absolutamente impropio de un base, le permite medirse a prácticamente cualquier jugador exterior, y ya han sido muchas estrellas las que han visto su aportación muy limitada debido a la influencia de Simmons.
Los problemas, sin embargo, surgen de su actual situación en los 76ers, con quienes se ha negado a jugar hasta que no sea traspasado. Si esto tarda en ocurrir, parece obvio que Ben verá muy mermadas sus opciones de aspirar a cualquier premio, aunque si, por contra, logra dar un verdadero impulso a su nuevo equipo y la defensa de Philadelphia se resiente sin él, podría salir claramente reforzado de dicha narrativa. Se trata por tanto de un arma de doble filo, pero, al menos inicialmente, el hecho de arrancar el año sin jugar y sin saber cuándo podrá hacerlo se antoja más bien perjudicial.
(Fotografía de portada: Pool/Getty Images)