Los líderes en las peores estadísticas durante la 2018-19 en la NBA

Cuando hablamos de líderes estadísticos es inevitable que surjan varios nombres recurrentes: Harden en puntos, Westbrook en asistencias, Drummond en rebotes… Sin embargo, no todas las estadísticas hacen referencia a elementos positivos del juego. Hay aspectos en los que nadie quieren destacar, y precisamente son estos en torno a los cuales girará este artículo. ¿Quiénes tuvieron el dudoso honor de brillar durante la temporada pasada en apartados en los que es contraproducente hacerlo? Vamos a verlo.

Harden, para bien y para mal

Las pérdidas son posiblemente la estadística negativa más habitual, y en ella manda el mismo hombre a una barba pegado que lideró la NBA en puntos: James Harden. Con cinco balones perdidos por partido, el escolta fue el jugador que más posesiones regaló al rival, seguido por su flamante nuevo compañero Russell Westbrook, que promedió 4,5. Cuando hubo quien decía que los Rockets iban a necesitar jugar con dos balones iba en parte por esto.

Si seguimos repasando la lista encontramos nombres como Devin Booker, Trae Young o Giannis Antetokounmpo, es decir, jugadores con un gran peso en el ataque de sus equipos por los que pasa mucho balón. Si bien nadie quiere formar parte de la zona alta de este ranking, es un precio a pagar por ser la referencia ofensiva y/o creativa de una franquicia, algo que no ocurre con los siguientes apartados.

Los más taponados

En cuanto a los hombres que recibieron más tapones hay también un perfil bastante claro: jugadores de poco tamaño y con gusto por ser agresivos atacando el aro. Esta es una virtud deseable en los jugadores exteriores, pero también tiene el riesgo en tanto que supone la entrada en la pintura, territorio de los pívots y de sus largos brazos. No sorprende por tanto que la lista esté encabezada por Kemba Walker, que fue taponado 126 veces, James Harden con 112 y Collin Sexton con 102.

Sí se hace más llamativo que sea Giannis Antetokounmpo quien ocupe la cuarta plaza. Es cierto que hablamos de un jugador que no se lo piensa dos veces a la hora de atacar el aro y que atrae hacia sí a prácticamente toda la defensa rival cada vez que amaga con pisar pintura, pero no deja de resultar curioso a primera vista que un jugador de 2,11 de altura y más de 2,20 de envergadura haya recibido 100 tapones en una temporada regular.

Las faltas en ataque, un trono disputado

En cuanto a las faltas ofensivas, volvemos a encontrarnos el nombre de Antetokounmpo, que esta vez pelea por la primera plaza con Karl-Anthony Towns. Ambos, empatados con 68, lideran una estadística en la que el de los Timberwolves ha estado en el podio desde su año de rookie, pero en la que le ha salido un duro competidor en Milwaukee. La potencia sin control a veces es un problema, más si hay algún defensor inteligente que sabe estar en el lugar adecuado en el momento adecuado.

Siguiendo con las faltas, en este caso las técnicas, vemos otro nombre familiar: el de Westbrook. Con 16, el base terminó comandando esta lista de forma no particularmente sorprendente dada su tendencia a protestar y gesticular, y lidera también la estadísticas de flagrantes de tipo 1, esta vez con cuatro señaladas en su contra. Las flagrantes de tipo 2, por su parte, tampoco cuentan con un gran dominador, pues hasta nueve jugadores realizaron una pero nadie cometió dos.

Tiradores ineficientes

Hablar de eficacia en el tiro a lo largo de una temporada puede ser tremendamente engañoso, ya que tanto la zona alta como baja de la tabla estarían ocupadas por jugadores con muy poca presencia en pista. Como sería cruel colocar en el fondo de la lista al pobre Zach Lofton, que tiró una vez en toda la temporada y falló, estableceremos unos requisitos basados en los que se usan para poder entrar en el club del 50-40-90: lanzar 300 tiros de campo, 82 triples y 125 tiros libres (para el 50-40-90 se exige anotarlos, pero sería filtrar demasiado). Con estos parámetros, ¿quiénes fueron los tiradores menos eficientes del curso?

En los tiros de campo nos encontramos a Kevin Knox, que convirtió solo un 37% de sus lanzamientos en su temporada de rookie, seguido por Justin Holiday (38,6%) y Tim Hardaway Jr. (39,3%). Knox fue también el jugador menos eficaz en tiros de dos puntos con un 38,7%, y es de hecho el único de la lista en bajar del 40%.

En cuanto a los tiros de tres, Dragan Bender ocupa la última plaza con un paupérrimo 21,8%, lo que le hace tomar una importante distancia con respecto a Trey Lyles (25,5%) y Giannis Antetokounmpo (25,6%), cuyos porcentajes no son precisamente dignos de ser invitados al concurso de triples. No obstante, más dramático es aún el 44,9% de efectividad que tuvo Hassan Whiteside desde la línea de tiros libres, que hace menos doloroso para la vista el 50% de Steven Adams. Eso sí, ni punto de comparación con aquellas temporadas en las que Andre Drummond y DeAndre Jordan luchaban por este último puesto con datos de acierto inferiores al 40%.

Trampas defensivas

Entramos en el apartado meramente defensivo repasando los 3 segundos en zona. Como es normal, esta es una categoría dominada completamente por los pívots, entre los cuáles destaca Rudy Gobert con 14 señalizaciones, seguido por las 12 de Serge Ibaka y las 10 de DeAndre Ayton. El enorme rendimiento defensivo del francés seguramente compensó con creces estos 14 tiros libres regalados al rival, pero difícilmente pueda decirse lo mismo del novato de los Phoenix Suns.

Pero si una categoría tiene un dominador absoluto, esa es la de los goaltending. JaVale McGee, con 31, encabeza la tabla con hasta 13 tapones ilegales de ventaja sobre Mitchell Robinson, segundo clasificado, aunque es de suponer que esto no es exactamente en lo que pensaban los Lakers cuando trataron de hacerse con un pívot dominante.

Minutos improductivos

Si hablamos de estadísticas negativas no podemos olvidar la única con capacidad para estar realmente en números negativos: el +/-. Hasta 297 jugadores tuvieron un balance inferior a 0 en sus minutos en pista, pero ninguno supera a Collin Sexton, que acabó el curso con un -672 en sus 2.605 minutos de juego. En defensa del base, cabe decir que jugar en los Cavaliers de la 2018-19 hace bastante fácil destacar para mal en ese aspecto, pues de hecho el segundo clasificado es también un jugador de Cleveland: Cedi Osman con un -641.

Este apartado, como es normal, está repleto de integrantes de los equipos con peor balance en la clasificación final. Hay neoyorquinos suficientes para rodar una película de Woody Allen, sobrerrepresentación de los Suns, y, como hemos visto, dos jugadores de los Cavs asentados en los puestos altos. En cualquier caso, esto habla más de dónde estaba cada jugador que de su desempeño en cuestión.

(Fotografía de portada: Al Bello/Getty Images)