Los Detroit Pistons elegirán en primera posición del draft por primera vez en más de medio siglo. La franquicia asentada en Michigan era una de las tres que partía con mayor probabilidades para hacerse con el premio gordo. Un honor que finalmente recayó sobre ellos por delante de Houston Rockets y Cleveland Cavaliers. Así, el próximo 29 de julio, la organización seleccionará a su tercer primer pick tras Jimmy Walker (1967) y Bob Lanier (1970).
Este ‘golpe de suerte’ aterriza en un momento crucial para el devenir futuro de la franquicia. Porque su historia reciente no es, ni mucho menos, brillante. Para localizar el último partido de playoffs ganado por los Pistons hay que retroceder en el tiempo hasta 2008, año en el que cayeron eliminados en Finales de Conferencia ante Boston Celtics en seis partidos. Desde entonces han firmado tan solo tres apariciones en post-temporada (2009, 2016 y 2019), saldadas todas ellas con un sweep en primera ronda.
El primer intento de reconstrucción a principios de la década de 2010 fracasó. Unos años en los que el vestuario contó con nombres como los de Andre Drummond, Greg Monroe, Khris Middleton, Brandon Jennings, Brandon Knight, Kentavious Caldwell-Pope, Reggie Jackson o Spencer Dinwiddie. La gerencia afrontó un pequeño periodo de reflexión y trató de revertir esta dinámica con el traspaso de Blake Griffin en 2018. Este movimiento causó un impactó instantáneo con el ala-pívot cuajando una gran campaña 2018-19. Sin embargo, todo se desmoronó al mismo tiempo que las rodillas de Griffin comenzaron a fallar. Los Pistons, de nuevo, se encontraban en la casilla de salida.