Luka Doncic, cuando la precocidad dejó de ser lo importante

El esloveno no para de devorar récords y su impacto ya no es tal solo por su corta edad, sino que está a la altura de los mejores en cualquier tipo de medida

Hay tantísimo que contar sobre Luka Doncic que es difícil localizar la grieta por la que empezar a introducir todas sus condecoraciones. Pero allá vamos. El base y estrella de los Dallas Mavericks completó este lunes su partido más destacado en la NBA: 42 puntos, 11 rebotes, 12 asistencias y 5 triples. El esloveno se convirtió, con semejante cosecha, en el segundo jugador más joven de la historia (tras LeBron James) en conseguir un triple-doble de 40 puntos y lidera esta particularidad estadística esta temporada (lleva ya seis en 13 partidos, casi 50 por ciento de efectividad).

Nadie con menos de 21 años excepto LeBron y el propio Luka habían logrado triples-dobles de 40 puntos. Solo Magic Johnson, Isiah Thomas y Oscar Robertson (caviar en bruto) lo consiguieron a los 21. Y absolutamente nadie había registrado 42 puntos junto a un triple-doble en un mismo partido contando su misma edad.

Doncic es, también, desde ya mismo el primer jugador de la historia de los Dallas Mavericks que obtiene un triple-doble sobrepasando la cuarentena y también está en números de convertirse en el jugador de 20 años con mejor PER (Player Efficiency Rating) de la historia moderna de la liga (desde que se tienen registros de esta medición avanzada, temporada 1988-89). Supera en esta estadística (30,8) a todo bicho viviente a su edad, según datos de Ben Golliver (Washington Post): Anthony Davis (26,5), el propio LeBron (25,7), Shaquille (22,9), Karl-Anthony Towns (22,5), Chris Paul (22,1), Kyrie Irving (21,4), Kevin Durant (20,8), Magic (20,6)… A todos cuando tuvieron 20 años.

Luka es cuarto en puntos por partido (29,5), segundo en asistencias (9,3) y décimo en rebotes (10,7) en este arranque de temporada, además del único jugador de toda la NBA que está en el top 10 en estos tres aspectos estadísticos.

Su impacto en la NBA hace ya unos cuantos partidos que rompió el mantra de la precocidad. Lo que Doncic consigue no es que sea extraordinario solo por la edad a la que lo hace (que también), sino que los propios logros en sí valen su peso en oro sin importar año de procedencia. Por eso, es lícito considerarle ya, en el nivel actual que presenta, uno de los principales candidatos —pongamos entre los cinco/ocho primeros— a obtener votos si el trofeo de MVP se repartiese mañana. Y hasta puede que estemos pecando de cautos en esa tasación.

Controlar los partidos

En la victoria ante San Antonio (este lunes), Doncic hizo gala del aplastante dominio con el que domestica los encuentros a sus 20 años y 263 días. No solo por el triple con el que ajustició a los Spurs a falta de unos segundos para el final desde su casa en Ljubljana; también por la redonda soberanía que ejerció durante todo el choque.

Compartir canastas

Cuando las diferencias con San Antonio se acortaban a mínimos de ocho, cinco o tres puntos, Luka inventaba una nueva ruta hacia la canasta para sostener el botín de Dallas. Una y otra vez. Con triples, penetraciones o servicios de alta gama par sus compañeros. No en vano, Doncic ha dado un paso adelante compartiendo el balón e involucrando a su alrededor en este arranque de temporada. Si el pasado curso dejó su plusmarca de asistencias en 6,0, ahora mismo eleva el caudal a 9,3. Pasa más y mejor. Con toda la atención rival que absorbe en sus acciones sobre bote, de manera inteligente emplea eso para habilitar a sus semejantes localizados en posiciones más ventajosas.

Ese fomento del lado altruista (también brillante) de Luka ha activado más a algunos de sus compañeros. Evidentemente, el inicio de 8-5 y quinto puesto momentáneo en el Oeste hablan esloveno, pero sus semejantes también han despertado. Como un Dorian Finney-Smith que cada vez más resulta un mejor defensor, anotador (cima de su carrera anoche, 22) y dominador de más aspectos del juego; también Delon Wright o Dwight Powell ofrecen su mejor versión al lado de Luka por las múltiples variantes que este les facilita.

Kristaps Porzingis tiene todavía mucho que mejorar, pero al lado de Doncic se alimenta de muchos balones, en la frontera del triple o poste alto, que le ayudan a aportar con mayor periodicidad.

O sea, que Luka Doncic no solo rompe todos los hitos posibles, también permite que su entorno se retroalimente y eso sirve para que gane el equipo.

Por todo eso, Luka parece ya legítimo candidato entre los mejores si mantiene un nivel parecido al que está ofreciendo. Será difícil replicar este rumbo durante toda la temporada, tanto para él como para su equipo, pero si lo consigue, seguro que algún excedente de los sufragios para el MVP viajará camino de Dallas. No solo eso, si mantiene sus votos actuales, hasta podría clasificar como top 5 en la votación a mejor jugador de la temporada. No es, desde luego, ninguna necedad decir eso a estas alturas; aunque sí lo fuera hace un par de semanas.

Es la historia de ‘Luka Magic‘, como empiezan a llamarle en Dallas y en toda la NBA. La de un adolescente que devora cualquier tipo de precedente y cuya huella dejó de ser noticia solo por su precocidad. Solo Giannis Antetokounpo (23,8) le supera (21,7) en el impacto oficial (Player Impact Estimate) que calibra la propia liga y su repercusión en un jugador de 20 años es algo inédito, seguramente, desde LeBron James. No hay que decirlo muy alto, pero de manera probable sea así.

(Fotografía de portada: Ronald Martinez/Getty Images)


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