Craig Sager podrá ser recordado por sus vistoso vestuario, cercanos a provocar una sobrecarga de color a las sufridas pantallas televisivas. Su estilo era absolutamente diferente al resto, y su afición a los tonos pastel en ocasiones empalagosa.
Para mucha gente, esa será la imagen de Sager que quedará en el recuerdo. Pero, aunque ese sea el caso, la idea de que sus trajes chillones y sus corbatas imposibles fueron la causa de su éxito es errónea. El legado que dejará Craig Sager, fallecido este jueves a los 65 años por culpa de una leucemia, es mucho más profundo.
El reportero perfecto a pie de cancha
There was nobody like Craig Sager, and the sidelines will never be the same without him. Rest In Peace, Craig. #sagerstrong pic.twitter.com/0sggNIb8Vk
— Jason Kidd (@RealJasonKidd) December 15, 2016
Sager fue durante años parte singular e indivisible de las noches NBA del jueves (las más importantes televisivamente hablando en Estados Unidos) no solo por su imagen, sino a dos virtudes que deberían ser imprescindibles para cualquier periodista deportivo: conocimiento y respeto por el juego.
Sus intervenciones durante la retransmisión eran de libro, dando la información precisa, concisa y necesaria para el espectador sin dejar de ser entretenido. Pero era durante las entrevistas a pie de cancha cuando Sager impartía su discreto magisterio.
De nuevo, olvidemos su vestuario. Craig Sager podría ser la persona más llamativa en cámara, pero su objetivo nunca cambió. El protagonista no era él, como un periodista raramente debe ser. El protagonista era siempre el jugador, el entrenador. Sin escatimar preguntas difíciles, pero con una calidez que se transmitía al entrevistado y al espectador, Sager supo como nadie sacar lo mejor de ellos. No solo de Gregg Popovich, cuyas breves entrevistas a final de cuarto son ya simplemente historia de la televisión deportiva, sino de cualquiera que entrase en plano con él.
En la felicidad y en la adversidad
We are forever #SagerStrong pic.twitter.com/t9C3x6znkb
— NBA on TNT (@NBAonTNT) December 15, 2016
Y ese es el gran legado de Craig Sager, el motivo por el que la NBA al completo llora su pérdida. Jugadores, entrenadores, franquicias, compañeros en medios de comunicación… Nadie fue inmune a una personalidad casi de otra era. En la época del periodismo gritón, del reemplazo de la información real por las tertulias vacías de contenido, de la “post-verdad”, Craig Sager sencillamente hizo su trabajo, y lo hizo de una forma exquisita.
Lo que hizo a Craig Sager un icono y una presencia imprescindible en las retransmisiones televisivas fue mantener a la audiencia informada y entretenida, sacar lo mejor de los entrevistados y ser la presencia entusiasta que este deporte y este mundo necesitan. Simple en apariencia, increiblemente meritorio en la realidad.
Y si hacía falta alguna razón más para querer a Sager, la forma en la que peleó contra la leucemia desde su diagnóstico en 2014 fue un ejemplo para todos. Como en cualquier ser humano, su carácter se midió en la adversidad, y ahí superó la prueba más difícil de su vida con honores.
El optimismo, entusiasmo y espíritu de lucha de Craig Sager no fueron simplemente conmovedores, fueron una auténtica inspiración. En su reacción ante la noticia de sufrir una enfermedad potencialmente mortal no estuvo nunca la autoindulgencia, sino un afán contagioso de vivir la vida hasta el final.
Una personalidad irrepetible
So many moments,so much passion given,such a great example for his love to life.My sincere condolences to his family #RIPCraigSager pic.twitter.com/b17nG3dsOA
— Pau Gasol (@paugasol) December 16, 2016
La capacidad de Craig Sager para seguir trabajando mientras pudo ,a la vez que cumplía con su difícil y tedioso tratamiento, fue admirable. Siempre dando en cámara prioridad máxima a los protagonistas reales de la acción pese al abrumador cariño que recibía en cada pabellón, Sager nunca dejó que su terrible enfermedad le apartara de lo que todavía era su sueño hecho realidad. Y, más importante, nunca le hizo ser alguien que no era. Su colorido vestuario nunca fue un disfraz, sino un reflejo de su optimista personalidad.
Si alguien quiere homenajear a Craig Sager, la opción fácil será salir vestido con colores chillones e impactantes. La complicada serás emular su integridad, honestidad, humildad y ética de trabajo durante más de 4 décadas. Esto era Craig Sager, y esto es lo que se nos fue para siempre. Descansa en paz, “Sages”.