Cuando John Beilein renunció a su puesto como entrenador de Cleveland, su reemplazo, J.B. Bickerstaff, se convirtió en el cuarto entrenador a cuyas órdenes ha estado Collin Sexton en sus dos temporadas en la NBA.
El experimento con el ex técnico de los Wolverines puede ser catalogado como un desastre. La relación con la plantilla se torció muy pronto y todo terminó por derrumbarse en aquel desafortunado episodio en el que Beilein definió por error a sus jugadores como matones. El ambiente era turbio. Muy distinto al habitual, donde el jugador vuelve a sonreír dentro de un grupo visiblemente más unido.
“Disfrutamos jugando juntos y la camaradería es totalmente diferente. El ambiente es totalmente diferente”, ha explicado Sexton. “Es como haber dado un giro de 180 grados. Todos quieren estar aquí y jugar porque el ambiente es bueno”.