“No apreciamos a Kyle Lowry lo suficiente.” Con estas palabras, Joel Embiid confirmó lo que muchos de nosotros pensamos: que la valoración que tenemos acerca del base de los Raptors no ha sido del todo justa a lo largo de los años.
La propia NBA alimentó esta situación durante sus primeras temporadas en la liga. Lowry inició su carrera profesional tras ser elegido en la 24ª posición del draft de 2006 por los Memphis Grizzlies. Su primer año fue prácticamente testimonial –tan solo diez partidos– al ser el cuarto point-guard en discordia tras los veteranos Damon Stoudamire y Chucky Atkins y el reserva Junior Harrington. Ese mismo año también recalaba –en un traspaso con Houston por Shane Battier– Rudy Gay en un equipo liderado por Pau Gasol y Mike Miller.
Tras aquel primer contacto con los mayores, todo pareció ponerse de cara para Lowry. Atkins se marchó a Denver aquel verano de 2007, Junior Harrington regresó definitivamente a Europa tras un año en Ucrania y otro en España y Damon Stoudamire sería cortado en plena disputa de la temporada 2007-08. El ex de los Wildcats de Vilanova disputó los 82 partidos de la regular season pero en calidad de suplente. ¿Por qué? Los Grizzlies habían seleccionado a Mike Conley con la cuarta selección del draft de 2007. Un movimiento que relevó a Lowry al banquillo y que provocó la salida de Stoudamire, quien se negó a ser suplente de un rookie.