Intensidad y emoción no han faltado en el Game 3 de las Finales de la Conferencia Este. Aunque sí han faltado piernas (cansancio, jugadores medio lesionados…) y, sobre todo, acierto: ninguno de los dos equipos ha llegado al 40% en los lanzamientos y entre los dos han sumado un total de 37 pérdidas que, si has visto el partido, te parecerán muy pocas.
Lesionado desde el principio (medio cojo, aunque no sabemos bien de qué) y superando la barrera de los 50 minutos, Kawhi Leonard ha vuelto a hacer de las suyas para llevarse una batalla que era obligatoria para las aspiraciones de su equipo. Un nuevo triunfo del héroe de estos playoffs, que sigue demostrando su tremenda capacidad de sufrimiento. Kawhi ha defendido a Giannis en un lado (con mucha ayuda) y ha terminado con 36 puntos en el otro, sumando 19 entre el cuarto cuarto y las prórrogas. Y lo mejor ha sido su segundo tiempo extra, cuando ya llevaba +47 minutos en las piernas… Salvaje y salvador. Por enésima vez. El alero ha dado vida a sus Raptors, aunque igual ha perdido parte de la suya por el camino… Veremos cómo llega al cuarto partido.
Pero hoy no vengo a hablar de Toronto, aunque hayan ganado. Hoy quiero hablar de Jon Horst, que desde el más profundo anonimato se ha convertido en una de las figuras clave de la temporada 18/19 de la NBA. ¿Sabéis quién es Jon Horst?
Horst es el General Manager de los Milwaukee Bucks, tiene solo 36 años (10 años más joven que la media de los GMs de la liga) y, aunque no hayáis oído hablar demasiado de él, os aseguro que es uno de los nombres propios de la temporada, un MVP desde su oficina de Wisconsin.
Horst, que ocupa el puesto de GM en Milwaukee desde el verano de 2017, es el responsable de (agárrense fuerte): el traspaso y la renovación de Eric Bledsoe, el despido de Jason Kidd, el aterrizaje de Mike Budenholzer, la llegada de Sterling Brown, los fichajes en agencia libre de Ersan Ilyasova, Pat Connaughton y Brook Lopez (este último, una de las grandes gangas del último mercado: 3,3 millones de dólares) y los traspasos de George Hill y Nikola Mirotic. Es decir, es el responsable de la construcción del equipo que ahora brilla alrededor de Giannis Antetokounmpo y Khris Middleton. Poca broma, ¿eh?
Lo ha hecho todo sin levantar una sola ceja y sin que muchos sepan siquiera de su existencia, pero ya es uno de los grandes candidatos a ejecutivo del año en la NBA. Y merece todo el crédito del mundo por haber confeccionado una plantilla (y haber fichado a un técnico) que, tras ganar 44 partidos y caer en la primera ronda de los playoffs la temporada pasada, ha logrado 60 triunfos y está a solo un par más de pelear por el anillo de la NBA.
Pido la matrícula para Jon Horst, un MVP de oficina.