Los cuatro errores imperdonables de los Blazers en el ‘Game 1’

Un 1-0 que cuenta muchas historias.

Que los Warriors son mejores que los Blazers no es debatible, es una realidad. Incluso sin Kevin Durant sobre el parqué son claramente superiores. Pero eso no quiere decir que sean imbatibles. ¿El gran problema? Portland regaló ayer casi tanto como tomó Golden State. Y así, evidentemente, sí que es imposible.

Curry y Klay destrozaron a Lillard y McCollum en el duelo directo (Lillard estuvo 32 minutos seguidos sin anotar una canasta en juego), el banquillo de Kerr (Jerebko, Cook…) sumó más que el de Terry Stotts pese al partidazo de Rodney Hood y solo la línea de tiros libres (+12) mantuvo a Portland en un partido en el que aunque el marcador mostrara un menos 10, las sensaciones gritaban menos 30.

Las pérdidas

Una de las grandes claves de cualquier eliminatoria, pero más si cabe en esta Final de Conferencia. Los Blazers venían de cuidar muy bien el balón contra los Nuggets, pero perdieron más balones en el primer cuarto ante los Warriors que en todo el séptimo encuentro en Colorado. Acelerados, imprecisos… Un desastre. Al final, 21 balones perdidos (14 en la primera parte) y 31 puntos de los Warriors tras pérdida. Si dejas que impongan su ritmo y regalas canastas fáciles no tienes nada que hacer.

Malos tiros

En la misma línea que lo anterior está la importancia de la selección de tiro, como comentábamos ayer en la previa de drafteados. Porque un mal tiro genera un mal rebote, y un mal rebote regala transiciones, canastas y, en general, alegría. Mal, mal y mucho peor. Durante el partido igual conté una decena de lanzamientos realmente malos de los visitantes. Muchos de ellos de CJ McCollum, precipitado, sin encontrar sus espacios y sus habituales situaciones/posiciones de tiro. Y muchos de esos malos tiros se convirtieron en canastas en el otro lado. No son pérdidas ni puntos tras pérdida, pero como si lo fueran. El efecto es prácticamente el mismo.

Hundir al pívot vs Curry

No hay mayor regalo para estos Warriors que hundir al defensor del hombre grande en un pick&roll dirigido por Stephen Curry. ¡Es de primero de NBA! Entiendo el miedo al cuatro contra tres que suelen generar de los Warriors (Green a la cabeza) y también el pánico a que Kanter se quede emparejado con Curry, pero… Cualquier cosa antes que dejar al mejor tirador de la historia salir completamente solo de un bloqueo en la línea de tres puntos. En serio, cualquier cosa.

Al menos cuatro de los nueve triples de Steph llegaron con el pívot completamente hundido en la pintura (tres veces Kanter y una Collins). Sencillamente, no puede pasar. Nunca. No contra Curry.

Segundas oportunidades

Aquí tuvieron su gran oportunidad los de Stotts. Hasta 16 rebotes ofensivos durante el primer partido, la gran especialidad de Kanter (está en cancha porque necesitan sus rebotes en los dos aros: posesiones extra), y solo fueron capaces de sacar un punto más que los Warriors en segundas oportunidades (14-13). Cero ventaja, vamos. Mérito de los segundos esfuerzos defensivos de los Warriors, pero también demérito de los Blazers, que fueron bastante mejores con Turner, Hood (o Curry) y Collins que con Kanter y Aminu. Mucho (muchísimo) que mejorar de cara al segundo partido.


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