Que alguien salve a Blake Griffin

Necesitamos movimiento de algún tipo en Detroit.

El tema de hoy lleva aproximadamente semana y media rebotando en mi cabeza. Y se ha asentado por completo gracias a los últimos partidos de los Detroit Pistons. Un equipo, en general, poco entretenido (muy poco…), pero que cuenta con uno de los mejores jugadores de la NBA (¿Top-20?). Y también, probablemente, con el jugador con el yo he sido más injusto durante toda su carrera… Vamos a intentar arreglar esto último un poco.

Los Pistons recibieron ayer en casa a los Milwaukee Bucks. Un partido más, pensaréis. Y lo fue… Una derrota esperada, además. Pero ayer era 29 de enero, y se cumplía exactamente un año del traspaso de Blake Griffin.

¿Fracaso?

A estas alturas, creo que podemos decir sin miedo a equivocarnos que el traspaso ha sido un fracaso para la franquicia de Michigan. La operación, que tenía la intención de revitalizar una franquicia en ese momento aburrida (una estrella que llenara el pabellón, que pusiera el foco sobre Detroit y que llevara al equipo a los playoffs), tuvo un conato del efecto deseado durante los primeros meses. Quizás algo más que un conato… Pero ya está.

Los Pistons acabaron bien la temporada pasada, pero no consiguieron colarse en la post temporada (novenos). Y este año, el primero completo de Griffin con un Reggie Jackson sano, el proyecto arrancó muy bien, pero está fracasando de forma estrepitosa en los últimos meses (están a tres partidos de los puestos de playoffs en la conferencia este). Ni la llegada de un gran entrenador de temporada regular como Dwane Casey ha conseguido enderezar el rumbo de una franquicia en la que creo, sencillamente, que falta talento. Falta talento para hacer playoffs en el Este… Con Griffin en plantilla… Tela.

Deportivamente, el traspaso no ha tenido el efecto esperado. Mandaron a Los Angeles a Tobias Harris, Avery Bradley, Boban Marjanovic y también el pick que los Clippers traspasaron para elegir a Shai Gilgeous-Alexander. Y económicamente, un desastre… Mandaron flexibilidad salarial (todos los jugadores mencionados menos el novato podrían ser agentes libres este mismo verano) y se quedaron con el mega contrato de Griffin (dos años más garantizados y una opción de jugador por más de 38 millones para la temporada 2021/22). En total, tienen 100 millones comprometidos la temporada que viene en Griffin, Drummond, Jackson, Leuer y Galloway. Y están fuera de playoffs. Fantástico, ¿no?. En fin, historias…

¿Solución?

Vamos a intentar volver atrás, que me he liado un poco. En realidad no iba por ahí la columna. Lo que quiero es que alguien salve a Blake Griffin.

No sé si es un traspaso en el que los Pistons puedan colocar ciertas piezas y conseguir alguna que otra a cambio, o un traspaso en el que Blake Griffin vuelva a hacer las maletas. Pero necesitamos movimiento en Detroit. Necesitamos que Griffin vuelva a ganar partidos, que se meta en playoffs. Porque es así de bueno. Y si no pasa algo, nos vamos a perder entre derrotas y aburrimiento el mejor momento de su carrera.

Nunca he sido muy de Griffin, la verdad. Pero es imposible negar que se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la liga. El trabajo físico para recuperar graves lesiones, el esfuerzo para contrarrestar lo que ya no va a volver con nuevas virtudes, la evolución en el manejo, el tiro y el entendimiento del juego… Estamos viendo una versión 4.0 de Blake Griffin. Más completa que nunca.

Mejor marca de su carrera en puntos (26,7 por partido y subiendo), 6,7 triples intentados por partido, en parado y en movimiento, con y sin bote y con buenos porcentajes de acierto (en 2016 intentaba 0,5…), ocho rebotes, cinco asistencias y el porcentaje de uso más alto de toda su carrera (top-15 NBA). Un porcentaje que, además, ha crecido con la desesperación y en los últimos 10 partidos supera el 33%, que extrapolado a la temporada entera sería la segunda marca más alta de toda la NBA (Harden…).

Griffin, que lidera la liga en toques de balón (94 veces por partido en la temporada; másde 102 en los últimos 10 partidos), va a ser All-Star de calle. Y va a pasar el fin de semana de las estrellas en el lugar que le corresponde, rodeado de iguales. Pero después tendrá que volver a Detroit. Y yo solo espero que alguien pueda cambiar pronto, sea allí a en cualquier otro sitio, su desesperante realidad actual.


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