El Wells Fargo Center acogió este jueves uno de los partidos más importantes en la historia reciente de los Philadelphia 76ers. Si salían victoriosos dispondrían del factor cancha a favor en sus primeras Finales de Conferencia desde 2001 y en un hipotético asalto al anillo. Una oportunidad absolutamente increíble para ellos que no fueron capaces de aprovechar.
La sólida defensa de Boston, un desastroso último cuarto ofensivo y los triples finales de Jayson Tatum dilapidaron las esperanzas de unos 76ers que ahora se la jugarán a una sola carta en el TD Garden. Sí, los de Pensilvania ya han ganado dos partidos en Boston en esta eliminatoria, pero esta derrota supondrá una losa importante de cara al carácter definitorio de todo un Game 7.
Los 76ers defendieron a un alto nivel, centrando su atención en Jayson Tatum y Jaylen Brown, quienes no lograron superar la barrera de los 20 puntos con una carta de tiro conjunta de 11 aciertos en 34 intentos. Así, plantearon un encuentro en el que tendrían que ser secundarios como Marcus Smart, Derrick White y Malcolm Brogdon los que tratasen de ganar el encuentro. Y el plan hubiera funcionado de no ser porque la defensa de los Celtics rindió a un nivel incluso superior.