Previa Finales NBA 2020: Lakers y LeBron, a por la corona definitiva

LeBron James disputará su partido número 50 en unas Finales de la NBA esta noche —miércoles—. Caudal redondo que, en contexto, resulta atronador: más que 26 franquicias actuales.

Sabe donde se mete el líder de los Lakers, a quien por experiencia pocos superarán llegado a este punto: será su décima edición de lucha por el título, más que todas las franquicias de la Liga excepto los propios Lakers, Celtics y Warriors.

Solo Bill Russell, Sam Jones y Kareem Abdul-Jabbar estuvieron en más Finales que él. Ya avisó Tim Duncan de que el muchacho era especial después de ganarle la edición del 2007 a sus primeros Cavs: «Algún día, esta Liga será tuya», le dijo en clave de consuelo, paternalista. Lo que nadie imaginaba es que 13 años después de aquello, con casi 36 tacos y en su 17ª temporada, LeBron siguiera postrado en el trono.

Los amaneces de las Finales, no obstante, no son santo de su devoción. James posee un récord de 1-8 en las veladas inaugurales.

Seguramente, poco importe ese último dato dada la versión arrolladora que arrastra el ’23’: tercer mejor registro en FG (54,7) de su carrera en playoffs, segundo en asistencias (8,9) y rebotes (10,3)… Y está haciendo todo eso en el menor promedio de tiempo en cancha de su vida (35,0).

De veras, LeBron se encuentra mucho más cerca de su mejor nivel que del inevitable deterioro vital. Todavía domina la competición cuando de su generación de draft solo quedan dos supervivientes —Carmelo Anthony y Kyle Korver—.

Son datos de otro mundo. Pura fantasía made in Disney y en el Rey.

Lakers y su territorio natural

Con James sujetando el compás, los Lakers han llegado a sus Finales número 32 en la historia. Suman tantas como el segundo y tercer equipo con más presencias: Celtics (21) y Warriors (11).

Es que lo anormal en L.A. fue lo del último lustro: una organización sacra, a la deriva por conducción imprudente de quien no debía estar allí. LeBron y cía volvieron para recalcular la ruta de siempre.

Con ellos, se podría conseguir el anillo 17 de la historia para los Lakers, igualando en la cima del palmarés a los Boston Celtics. Sería, pues, una corona definitiva tanto para la franquicia como para su líder, que habría visto la gloria con tres equipos distintos. Nadie ha conseguido nunca un MVP de las Finales con más de dos. Así se las ponían a Felipe II

Clave para los Lakers resultará, como hasta ahora en la postemporada, el lanzamiento de tres puntos. Y no es un dato hipócrita lanzado al aire: en las tres derrotas (12-3 hasta ahora) en estos playoffs, los Lakers hicieron 15,6% (Game 1, Portland), 28,9 (Game 1, Houston) y 23,1 (Game 3, Denver) en porcentaje desde el triple. Resulta crucial que líderes y gregarios atinen como se les presupone para poder dejar atrás al pelotón. De lo contrario, problemas.

Ya lo sabemos a estas alturas, Anthony Davis no adjunta CV de Finales pero tampoco es manco. Ha promediado +30 puntos con +50 por ciento en tiros en finales de conferencia por primera vez en los Lakers desde Kobe Bryant. Solo Kareem, James Worthy y Shaq habían conseguido algo así embutidos en los colores púrpura y oro.

De hecho, es posible que Davis sea el mejor compañero que LeBron ha tenido en cruzadas de este tipo. Que es mucho decir.

Miami, ‘Spo’ y Riley

Por parte de los Heat, tampoco dieron con el billete definitivo en una tómbola. Son el primer equipo con una posición inferior al cuarto de la conferencia que accede a las Finales desde 1999 —aquellos Knicks de Jeff Van Gundy, herederos de, SÍ, Pat Riley—.

Nadie les ha regalado esta oportunidad. De hecho, pelearon por ella como nadie. Tras la marcha de LeBron en 2014, jamás tankearon. Nunca eligieron por encima del número 10 del draft , ninguno de sus jugadores actuales fue top 8 y siempre trataron de competir de la mano del Riley y de Erik Spoelstra, que se convierte en el octavo técnico de la historia que llega a cinco Finales. Spo es creme de la creme de la Liga y un bozal del tamaño de Florida para quienes le acusaban de ser títere y enchufado de James durante la era del Big Three.

Hablando de ambos técnicos, tanto Spoelstra como Frank Vogel han revalorizado sus acciones en Bolsa durante los playoffs. Maestros del ajuste y siempre por delante del enemigo.

Lo de Riley, por cierto, es para crear un día festivo en los Estados Unidos. Alcanza las Finales por sexta década consecutiva: en los 70 como jugador, en los 80 y 90 con entrenador y asistente; en los 2000 como entrenador y ejecutivo; y en los 2010 y 20 como ingeniero. Nueve anillos ganados en total. Leyenda viva del deporte americano y mundial.

Los tapados

Por mucho que no les guste la etiqueta, los Miami Heat son los tapados de estas Finales. Nadie les esperaba agitando el gallinero de manera tan profunda. Son el sexto equipo en los últimos 40 años que llega a las Finales con un diferencial de puntos igual o menor a 3,0 en temporada regular. Debajo del radar no, lo siguiente.

Han reinado en el Este gracias a un rendimiento supremo de su guardia pretoriana —Goran Dragic, Jimmy Butler, Jae Crowder o Andre Iguodala—; y gracias a tres jóvenes respondones. Bam Adebayo, con 23 años, lideró a Miami en puntos (21,8), rebotes (11,0) y asistencias (5,2) en las finales del Este. A eso añadió promedios de tiro de 60,8 por ciento. Ha mutado en un solo año y ahora es letal para casi todos los humanos.

Tyler Herro será el primer nacido en los 2000 que dispute unas Finales. La generación Z ya está aquí. Y Duncan Robinson ejerce como gran violinista que en 2017 tejía networking en el periodismo deportivo porque no veía claro lo del baloncesto…

A favor de Miami juega el detalle de que posee varios stoppers capaces de soportar un marcaje a LeBron James durante muchos minutos. Butler, Iguodala o Crowder son el mejor comando posible para cerrar el grifo que abastece la Zarzuela.

Eso y toque de horchatero valenciano en los últimos cuartos: +68 en tales períodos gastan los Heat; 58,6 por ciento en tiros de campo y 46,7 en triples en el clutch de las EWC ante Boston. Saben cuándo no hay que fallar. Y no lo hacen.

Luego tenemos a Iguodala, tercer jugador no céltico que disputa seis Finales seguidas. Los otros dos fueron LeBron James y James Jones.

Tirando de hemeroteca, en la temporada regular 2019-20 el contador particular marca un 2-0 a favor de los Lakers. Sin embargo, la huella es poco fiable, los Heat no contaban con la plantilla, rotación y confianza actuales.

Primera vez

Por añadir más épica al asunto, estas serán las primeras Finales NBA interpretadas por dos equipos que en el pasado curso no hicieron playoffs —ambos décimos en su conferencia—.

Compensan aquel desliz siendo dos de las tres entidades que más Finales han disputado en la NBA desde la retirada de Michael Jordan: Lakers (8), Heat (6), Spurs (6).

Y, por favor, nada de asteriscos en estos playoffs ni de cara al campeón final. Los partidos vistos en la burbuja han contado casi con mayor nivel debido a la ausencia de desplazamientos y largas distancias.

Que empiece la función. La mejor posible en una NBA que ha logrado la heroicidad de mantenerse libre del dichoso virus. Ha aguantado mientras el mundo exterior seguía haciéndose pedazos. Toca estar agradecidos/as de haber llegado hasta aquí… e ir preparando café.

Siempre, show must go on.

(Fotografía de portada: Sean M. Haffey/Getty Images)


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