Previa de la temporada NBA 2025-26 sobre los Golden State Warriors. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.
Golden State Warriors 2025-26
Así encaran la temporada
Desde la salida de Kevin Durant, los Golden State Warriors llevan encontrando formas de reinventarse. De quedarse con solo 15 victorias en 2020 y 39 en 2021 pasaron a ganar un anillo en 2022. Y ahora, tras quedar fuera de los playoffs en 2024, ¿han pasado a pelear por todo en 2026?
Hay argumentos para pensarlo, porque después de firmar una primera mitad de temporada muy mejorable en la 24-25, hallaron la manera de volver a revitalizar el proyecto y soñar con ser aspirantes de nuevo. Y es que cada vez que parece que ya han tenido su última oportunidad de regresar a lo más alto, en realidad Stephen Curry está mirando con cara pícara al camarero y diciéndole que es solo la penúltima.
Así que no sabemos si este es el intento final para ampliar la dinastía o no. Solo que, sobre el papel, es un nuevo intento.
Un antes y un después
Se abusa en ocasiones de decir que un jugador ha cambiado el rumbo de un equipo, pero no hay otra manera de expresar lo que la llegada de Jimmy Butler en febrero supuso para Golden State. Lo que parecía de nuevo un equipo de play-in y poco más de repente empezó a lucir como todo un contender. Los números lo respaldaban, las sensaciones lo respaldaban, las victorias ante rivales de entidad lo respaldaba. Los Warrriors estaban de vuelta.
Antes del Traspaso | Después del Traspaso | |
Victorias-Derrotas | 25-26 (16º) | 23-8 (3º) |
Offensive Rating | 111,8 (18º) | 118,2 (8º) |
Defensive Rating | 111,2 (10º) | 103 (1º) |
Net Rating | -0,4 (16º) | +9,2 (3º) |
Terminaron, pese a todo, como un equipo de play-in, pero como uno de esos que meten miedo. Si no escalaron más no fue por falta de méritos, sino porque la brecha a reducir era significativa y el resto del Oeste se puso también las pilas. Pero ya en primera ronda de playoffs demostraron ante los Rockets que podían tumbar a cualquiera, y quién sabe qué habría pasado si Stephen Curry no se hubiera lesionado en ese Game 1 ante los Timberwolves que le hizo perderse toda la serie.
Las Finales de Conferencia eran sin duda una posibilidad real. Así que, con el gran cambio ya hecho, han afrontado el verano con tranquilidad.
Alguno diría que con demasiada tranquilidad, pues la negativa a firmar un gran contrato a Jonathan Kuminga dejó todo paralizado durante muchas semanas, pero los movimientos acabaron produciéndose. La mayoría renovaciones, pero con una llegada que promete proporcionar aún más armas a Steve Kerr: un Al Horford llamado a dar más versatilidad que Kevon Looney en ambos aros y que, como ya ha demostrado en Boston, puede ayudar a construir un equipo campeón.
Pero que, a sus 39 años, acentúa el que tal vez pueda ser el gran problema de este equipo.
Los 40 son los nuevos 30
Hay plantillas en la liga que no cuentan con ningún jugador nacido en los 80. En estos Warriors, tres de las cuatro figuras principales llegaron al mundo en dicha década, y con fines narrativos podríamos considerar que Draymond Green, nacido en marzo de 1990, también. Lo cual, en una NBA en la que ya han sido All-Star jugadores nacidos en 2004, hace de este un equipo casi anacrónico.
Y no es que estemos hablando precisamente de jugadores a los que el paso de los años ha convertido en una sombra de sí mismos, pero, en una era con un baloncesto más rápido y extenuante que nunca, es un factor a tener en cuenta. La experiencia es un grado en muchos sentidos, y los californianos cuentan con un núcleo que va a saber competir a la hora de la verdad, pero seguramente tendrán que cuidarlo para que esté disponibles cuando ese momento llegue.
Entre los cuatro veteranos se perdieron un total de 75 encuentros la temporada pasada, una cifra que no es preocupantemente alta ni mucho menos pero que evidencia que va a ser necesaria una gestión. Viniendo de unos playoffs que se fueron al garete por culpa de una lesión, los Warriors van a ser cautos como mínimo a la hora de repartir la carga de minutos, pues la liga regular no va a ser la principal prioridad. Y eso, especialmente en este Oeste, puede acarrear algún peligro.
Venimos de un año en que solo cuatro victorias separaron al segundo del octavo clasificado. Es decir, cuatro partidos marcaron la diferencia entre tener ventaja de campo en dos rondas o tener que disputar dos partidos de play-in. Así que, asumiendo alguna baja y algún descanso puntual de uno o más pilares del equipo, será importante que el resto responda en esas noches en las que falte alguien si quieren llegar a playoffs en la mejor posición posible.
¿Cuántas quedan?
Encontrar ese equilibrio será trabajo de Steve Kerr, que llega a su 12ª temporada al frente del equipo en una posición bastante inusual. Así como en el caso de los jugadores es muy habitual salir a la agencia libre a buscar un nuevo acuerdo, los entrenadores acostumbran a tener su futuro bien atado y a no entrar nunca en su último año de contrato sin haber acordado previamente una extensión. Una tradición que Kerr ha decidido ignorar.
El técnico ha decidido posponer su decisión hasta el año que viene, convirtiéndose en algo así como agente libre en 2026. La franquicia había dispuesto todo para que 2027 fuese el año de abordar el futuro del proyecto, pues es ahí cuando expiran los contratos de Curry, Green y Butler, pero Kerr ha dejado flotando la sombra de una duda que hace imposible no preguntarse si este será, ahora sí que sí, el último año de lo que, desde su llegada en 2014, hemos conocido como Golden State Warriors modernos.
No está claro, pero si tiene que ser el último, hay mimbres para que sea un cierre inolvidable.
El jugador a seguir: Jimmy Butler
Butler cambió radicalmente el curso de los Warriors el año pasado. De ser un equipo a la deriva que parecía destinado al play-in y poco más, pasaron a ser uno de los nombres a temer en la Conferencia Oeste a raíz de su traspaso, y la teoría dice que deberían seguir siéndolo este año. Al menos, siempre y cuando el alero siga rindiendo al mismo nivel y aceptando su rol.
Y es que Jimmy no cambió a Golden State asumiendo el papel de líder imparable que lució en los mejores años de los Heat, sino con un sorprendente paso a un lado destinado a favorecer el juego colectivo. Vimos a un Butler facilitador, centrado en crear oportunidades para el resto como pasador o como bloqueador, y que en ningún caso buscó ser protagonista ni el héroe del día. Sabía a lo que iba y lo cumplió, y los resultados demuestran que fue el enfoque correcto.
La cosa es que quizás alguna que otra vez sí se echó de menos algo más de maldad e intención en sus posesiones. Hubo ratos en los que su voluntad de ejercer como facilitador le hizo algo pasivo como anotador y dejó al equipo un tanto falto del talento diferencial que, además de él, solo Curry puede aportar.
Y aunque no es como si hubiese dejado de anotar, pues la caída en cuanto a puntos no es drástica y su capacidad para viajar al 4,60 sigue intacta, sí acumuló bastantes choques con una cantidad sorprendentemente baja de tiros intentados.
Esto nos hace llegar al nuevo curso con la duda de qué cara mostrará en pista. Cabe esperar que, en vista de los buenos resultados de hace unos meses, conserve ese papel más secundario, pero debe evitar que su predisposición a hacer que el resto sume le haga olvidarse de sumar por su cuenta. Si termina de pulir ese equilibrio entre facilitador y estrella, terminará de convertir a estos Warriors en aspirantes a todo.
El pronóstico de nbamaniacs
La zona medio-alta del Oeste va a estar tan apretada que cuesta situar a muchos equipos en la tabla, pero es difícil obviar que desde la llegada de Butler los de Kerr cerraron el curso a ritmo de 60 victorias. Y a eso hay que añadir que el único cambio significativo de la plantilla en verano, la llegada de Horford en el puesto de Looney, debería sumar más de lo que resta.
El problema es que quizás sea utópico imaginarlos contando con su núcleo al completo de forma regular. Incluso sin lesiones graves, cabe esperar que Curry, Butler y Green se pierdan partidos aquí y allá con la mente presumiblemente más puesta en los playoffs, donde sí pueden ser un equipo capaz de tumbar a cualquier. En liga regular, no obstante, tal vez queden por detrás de otros equipos menos necesitados de dar descansos. Aun así, podemos esperarlos en la quinta plaza del Oeste.
Anterior equipo: Memphis Grizzlies. Próximo equipo: Minnesota Timberwolves
(Fotografía de portada: Cary Edmondson-Imagn Images)