El maleficio que persigue a Los Angeles Clippers completó un nuevo episodio este martes. La franquicia aterrizó en la ciudad californiana hace 36 años tras una operación no carente de controversia. La suerte tampoco le había sonreído durante sus etapas previas en Buffalo y San Diego y este traslado pretendía asentar a la franquicia en la estabilidad. Deportiva y financiera.
Sin embargo, medio siglo más tarde, los Clippers son una de las únicas tres franquicias que nunca han disputado unas Finales de Conferencia. New Orleans Pelicans y Charlotte Hornets, otras dos. Hasta ocho oportunidades han tenido para lograrlo. En todas ellas han hincado la rodilla. La última esta pasada madrugada ante los Denver Nuggets tras desperdiciar un favorable 3-1 en la serie. ‘La Maldición Clipper’ está más viva que nunca.
El pasado jueves, los Clippers abrazaban las Finales del Oeste después de conseguir su tercera victoria en el Game 4 de la serie. Aficionados, analistas y NBA se relamían ante la inminente celebración de una histórica batalla entre los Lakers y los Clippers por un puesto en las Finales de la NBA. El duelo esperado –y soñado– desde antes incluso de que diera comienzo la temporada.
Solo un triunfo más que nunca llegó. Los angelinos desperdiciaron una ventaja de dos dígitos por tercer partido consecutivo y echaron por tierra la eliminatoria, la temporada y una oportunidad inmejorable de dar un sonoro portazo al pasado. En una noche sombría, los Clippers replicaron los errores de los Game 5 y 6. En un pabellón vacío y alejado de los focos habituales de la NBA, la Maldición Clipper finiquitó la velada con un nuevo y meritorio triunfo de los Nuggets