La actual NBA, o al menos su difusión como producto global, es evidente hija de la era de la imagen. Esto no solo significa que, como es obvio, se circunscriba a lo audiovisual como principal vía de transmisión e impacto en el público. También implica que gran parte de su sustancia comunicativa apunta más a la apariencia que a la esencia. El marketing y todos sus derivados tienen una importancia vital en cualquier producto de entretenimiento. Pero en el espectro deportivo, pocas competiciones han sabido explotar mejor que la NBA la imagen que proyectan al mundo en la era de las redes sociales. Ya saben, highlights y hot takes.
Una vez puesto de relieve ¿A quién le extrañan las formas de Enes Kanter en su intento por apuntar las presuntas atrocidades del gobierno chino? Obviamente el objetivo del pívot de los Boston Celtics es hacer ruido para poner el tema en el punto de mira mediático. Y en la actual NBA no hay figura que genere más ruido alrededor que la de LeBron James.