Nunca un jugador no drafteado había anotado siete o más triples durante tres partidos consecutivos. Tampoco ningún no abducido por la ceremonia de jóvenes había pasado de 200 triples en una sola temporada… Duncan Robinson sitúa ya el contador en 240 dentro de su segunda campaña en la NBA. Ningún otro sophomore excepto Damian Lillard, Klay Thompson o Kyle Korver había superado la cifra que ahora regenta el alero de los Miami Heat. Algo gordo se esconde detrás de sus repeticiones infalibles desde los siete metros y veinticinco centímetros. Una aparición muy potente, equiparable a otras llegadas de grandes tiradores a la competición.
Ciertamente, su temporada se había convertido en un cañón hasta el parón sanitario. Una muy grata sorpresa para los Miami Heat, que no esperaban extraer materiales tan dorados de un joven tirador con poco más que ofrecer hace un año y medio.
Duncan Robinson (243) se ha convertido en el tercer máximo triplista de la temporada 2019-20. Solo por detrás de James Harden (271) y Buddy Hield (244). Como resulta lógico, el alero de Miami es considerado ya uno de los cabecillas en anotación de triples.