La temporada 2014-15 suponía el renacer de los Minnesota Timberwolves. Ante la salida del que había sido su jugador franquicia de los últimos años, Kevin Love, llegaban caras nuevas como el número 1 del Draft 2014, Andrew Wiggins; el número 1 del 2013, Anthony Bennett; o todo un veterano contrastado como Thaddeus Young.
Se había ganado en ilusión, talento y juventud. Además, las oficinas cerraban la renovación de Ricky Rubio (4 años y 55 millones), una aliciente más para que el equipo, de la mano de Flip Saunders, soñara con el objetivo de los Playoffs.
Pero lejos de la realidad, los T-Wolves no levantan cabeza y ocupan el farolillo rojo de la Conferencia Oeste con un registro de 5-21. Además, acumulan cinco jornadas sin conocer la victoria y solo han conseguido un triunfo en sus últimos 10 enfrentamientos.
Las bajas prolongadas de Ricky Rubio y Nikola Pekovic no ayudan a un equipo al que su inexperiencia le juega malas pasadas.
Pero si hay algo positivo que sacar de todo el desastre que está suponiendo el rendimiento de los Timberwolves tiene nombre y apellidos: Shabazz Muhammad.
El jugador formado en UCLA está protagonizando un espectacular mes de diciembre con unos promedios de 18,3 puntos, 4,9 rebotes y 1,6 asistencias.
Muhammad ha anotado en siete ocasiones 20 o más puntos durante sus últimos 30 días de competición y ha establecido por dos veces su récord anotador con 28 puntos, el 30 de noviembre ante los Blazers y el 12 de diciembre ante los Lakers.
Y no aquí no acaban los números del jugador, ya que todo ello lo ha conseguido con un 53,6% en tiros de campo, lo que ha supuesto que ha convertido 89 de sus 166 tiros intentados.
A muchos seguidores quizás le sorprendan el rendimiento de Muhammad, a muchos otros quizás no. Su proyecto de estrella viene de lejos.
De madre y padre jugadores de baloncesto, Shabbazz es el mediano de tres hermanos. La mayor, Asia, se dedica al mundo de la raqueta, y el pequeño también lo intentó en el mundo de la canasta, aunque nunca tuvo tanta fortuna como él.
Formado en el prestigioso instituto Las Vegas Valley, Shabazz Muhammad se convirtió en el jugador número 1 del Estado de Nevada con unos números en su año junior de 25,1 puntos y 7,7 rebotes.
Muhammad también disputó el prestigioso McDondald’s All-American 2012 donde guió al Oeste al triunfo por 106-102 con 21 tantos y 6 rebotes, siendo nombrado MVP de dicho torneo.
El jugador estuvo catalogado como número 2 del país para el ranking universitario que publica ESPNU y Scout.com y número 1 para Rivals.com.
Una vez decidido su salto a la universidad, el jugador tuvo tres programas finalistas: Duke, North Carolina y UCLA.
Finalmente se decantó por el centro californiano, no sin polémica debido a la suspensión que acarreó el jugador por violar varias normas de reclutamiento.
Su primer y único año en UCLA se saldó con unos promedios de 17,9 puntos, 5,2 rebotes y un 44,3% en tiros de campo.
Su calidad en el aspecto ofensivo no ponía dudas, sin embargo su predisposición en defensa, su nulo IQ baloncestístico o su fuerte carácter hicieron que cayera puestos en el Draft 2013.
Proyectado como un número 3 de su promoción, Muhammad cayó al número 14. Fue escogido por los Utah Jazz, pero esa misma noche puso rumbo a Minneapolis junto a Gorgui Dieng en la operación por Trey Burke.
Su primer año en la NBA estuvo marcado por las pocas oportunidades que le concedió Rick Adelman: 37 partidos oficiales con 3,9 puntos y 1,4 rebotes con escasos 7,8 minutos de juego.
Su mejor encuentro fue el 25 de febrero de 2014 ante los Phoenix Suns con un total de 20 tantos y 6 rebotes en 24 minutos sobre el parquet.
En el presente curso 2014-15 Muhammad está empezando a demostrar esa madera de estrella destacaba por las canchas de Nevada. Tan solo le ha hecho falta oportunidades para demostrar que puede ser un buen mimbre sobre el que sustentar el peso ofensivo de los Minnesota Timberwolves.