Kemba es el único integrante con honores máximos esta pasada temporada
El ramillete de líderes que han plantado a la selección de Estados Unidos este verano, después de sí figurar en la pre-lista, es dantesco. James Harden, Anthony Davis, Damian Lillard, C.J. McCollum, Bradley Beal, Tobias Harris, Kevin Love, Eric Gordon, Zion Williamson…
La mayoría de grandes estrellas ha accionado el intermitente dando esquinazo al Mundial 2019. Qué duda cabe que cualquier cita FIBA fuera de unos Juegos Olímpicos pierde tonelaje de atractivo a ojos de un gran jugador NBA, pero, aun así, parece real la afirmación de que el Team USA de la próxima cita será uno de los más empobrecidos de cuantos se recuerdan.
Porque empecemos por el principio, por la vuelta de las llamadas a filas apelando del dominio mundial puesto en entredicho, en serio peligro. No hay más que recordar que tras los Juegos de Atenas 2004 (bronce) y el Mundial 2006 (bronce, con humillación ante Grecia), la federación de los Estados Unidos dijo «hasta aquí». A partir de entonces, las citas internacionales, sobre todo las olímpicas, volverían a ser tomadas en serio por parte de la clase alta NBA; y eso pudo producirse gracias a la inestimable complicidad de los Kobe Bryant, LeBron James, Chris Paul, Dwyane Wade o Dwigh Howard, que unos a otros cebaron las ganas de jugar por su país.
La hegemonía mundial sostenía dudas y solo ellos podían recuperarla. Por eso ganaron los siguientes torneos sin excepción y llevan sin perder un solo partido oficial en 13 años. La redención nacida de la mente de Jerry Colangelo, todavía manager del equipo masculino absoluto, ha gozado de sus volúmenes más prósperos desde aquel punto de inflexión nacido en el año 2006, tras el Mundial de Japón conquistado por España.
Las plantillas de récord
Los equipos que Estados Unidos presentó para recuperar la gloria explican por sí solos por qué no han perdido desde Pekín 2008.
- Juegos 2008: Jason Kidd, Michael Redd, Deron Williams, Dwyane Wade, Kobe Bryant, Chris Paul, LeBron James, Carmelo Anthony, Chris Bosh, Carlos Boozer, Tayshaun Prince y Dwight Howard.
- Mundial 2010: Stephen Curry, Chauncey Billups, Russell Westbrook, Derrick Rose, Eric Gordon, Kevin Durant, Andre Iguodala, Rudy Gay, LaMar Odom, Kevin Love, Danny Granger y Tyson Chandler.
- Juegos 2012: Russell Westbrook, Chris Paul, Deron Williams, Kobe Bryant, LeBron James, Carmelo Anthony, James Harden, Kevin Durant, Kevin Love, Andre Iguodala, Tyson Chandler, Anthony Davis.
- Mundial 2014: Stephen Curry, Derrick Rose, Klay Thompson, Kyrie Irving, James Harden, DeMar DeRozan, Rudy Gay, Kenneth Faried, Mason Plumlee, DeMarcus Cousins, Andre Drummond y Anthony Davis.
- Juegos 2016: Kyrie Irving, Kyle Lowry, Jimmy Butler, Klay Thompson, DeMar DeRozan, Paul George, Carmelo Anthony, Draymond Green, Kevin Durant, Harrison Barnes, DeMarcus Cousins y DeAndre Jordan.
En todos los casos, citaciones colapsadas de estrellas, con unos casos más incipientes que en otros.
De cara al Mundial 2019, se da el caso de que el equipo de Estados Unidos presentará un solo jugador (Kemba Walker) con rango All NBA en esa misma temporada; y esa es la cuenta más baja en este sentido desde aquel Redeem Team en Pekín 2008.
Jugadores All NBA
En todos los casos citados con anterioridad, salvo el de 2010, hubo mayor producto de súperestrellas de la NBA reconocidas en la temporada terminante. En 2008, seis (Kobe, LeBron, Howard, Chris Paul, Deron Williams y Boozer). En 2012, siete (Durant, LeBron, Kobe, Love, Westbrook, Tyson Chandler y Carmelo). En 2014, dos (Curry y Harden). Y en 2016, siete (DeAndre, Klay, Durant, Cousins, Green, Paul George y Lowry).
Tan solo en el precedente de 2010 se presentó un solo jugador con pasado reciente All NBA (Kevin Durant). En aquella ocasión, KD iba acompañado de una fiable nómina de talentos emergentes como Curry, Westbrook, Love o Rose; y lo que sorprende es que les sirvió para llevarse aquel Mundial de manera inmaculada. Como casi siempre, aunque con menor grado de deformación de los rivales que en los Juegos.
El torneo de los jóvenes
Así es que la población de estrellas apunta a ser menos pomposa que nunca en los últimos 11 años. Y como consecuencia de eso, el atractivo del torneo desciende. Será, de hecho, la cita de los jugadores jóvenes que no pensaban gozar de una responsabilidad tal cuando fueron llamados a filas: los Jayson Tatum, Donovan Mitchell, Myles Turner, Kyle Kuzma, Jaylen Brown o hasta De’Aaron Fox (en el Select Team) asumirán el reto de liderar a Estados Unidos antes de unos Juegos. Como ya hicieran previamente Durant, Curry, Harden, Irving, Davis o Klay, la generación de 2019 deberá superar la reválida de ganar un campeonato FIBA, sin grandes estrellas, en el que serán grandes protagonistas junto a Kemba Walker, Khris Middleton, Lowry y compañía.
Aun con la pandemia de renuncias, el Team USA puede perfectamente secuestrar el campeonato y llevárselo con pleno de victorias, si Serbia o alguna otra de las favoritas no tiene algo extraordinario que decir. Como ya ocurriera en 2010: sin pléyade de egresados en el All-Star, el equipo estadounidense pasó por encima de todo el mundo. Sin grandes alardes o victorias por 68 puntos (como en 1992), pero sí con la solvencia de haber ganado todos los encuentros con rigurosa holgura.
Tan necesitado está el cuerpo técnico que comienza a ordenar Gregg Popovich este año que hasta han tenido que llamar a filas a jugadores como Thaddeus Young, Jaylen Brown o Marcus Smart, perfiles que en condiciones normales no tendrían ni la más mínima opción de entrar en lista (para los Juegos, que se despidan). Pero insistimos en que a pesar del perfil descendente y joven, el Team USA podría volver a ganar con envidiable resolución al resto de fuerzas. Y eso no resta verdad a que sí, el cartel es menos ruidoso que nunca.
(Fotografía de portada: Streeter Lecka/Getty Images)