Sorpresas en el banquillo de los Lakers: J.R. Smith y Dion Waiters

Antes proscritos, olvidados y repudiados en los lugares a los que llamaron hogar, J.R. Smith y Dion Waiters parecen estar aprovechando la oportunidad que existe a día de hoy en los Lakers.

El equipo de Frank Vogel encaró este pasado lunes el último de sus encuentros preparatorios en auténtico cuadro. Sin LeBron James, Anthony Davis —la molestia en el ojo hace que peligre el debut—, Kyle Kuzma o Dwight Howard, los Lakers extrajeron una valiosa conclusión de su enfrentamiento (encima victoria) ante los Wizards: el banquillo también responde.

Asumieron responsabilidades jugadores a los que, en condiciones normales, tocará cumplir distanciamiento social junto a botellines y asistentes. Y lo hicieron de manera bastante acertada. Empezando por el siempre sospechoso J.R. Smith. Firmado expresamente para la reanudación en la burbuja NBA tras la baja de Avery Bradley, el descamisado desencadenado demostró que la temporada en blanco no afectó a su baile de muñeca.

20 puntos aportó Smith, líder anotador del partido. Y lo que es mejor, seis de siete en lanzamientos triples. Qué importante es siempre en las filas de LeBron contar con jugadores que guarden la escopeta preparada para escupir pólvora a la mínima oportunidad. Esos espacios que se crean son oro para el Rey… y para Davis de paso también.

Sorprendieron sus maneras habida cuenta de que Smith no competía desde noviembre del año 2018. Un rebelde que podría ser de muchísima utilidad en la segunda unidad de Vogel.

Algo parecido ocurre con Dion Waiters. El escolta, llegado a los Lakers en marzo, poco antes del parón, también se ha reivindicado en los encuentros preparatorios.

Ante los Wizards depositó 18 puntos y también estuvo certero, diestro, en todo tipo de cavilaciones ofensivas. No en vano, terminó con seis asistencias.

«Nos da una dinámica diferente. Tenemos tiradores de catch-and-shoot, muchos. Pero lo que él puede hacer, manejar la pelota, bloqueos y continuación, dirección de juego, tomando buenos tiros. Nos encanta eso también», podía expresar Frank Vogel.

El técnico se refería a algo parecido a esto —debajo—. Nada mal para llevar tiempo desterrados, ¿eh?

Ambos, J.R. y Waiters, resultan dos jugadores prototípicos en los equipos de LeBron James. Veteranos, especialistas en un nicho de juego y capaces de colocar patas arriba un enfrentamiento a golpe de talento. De puntos, si se mantienen a tono, van sobrados, desde luego.

«Aquí es algo diferente, tío. Es una vibra. Todo el mundo es positivo. Tenemos nuestra propia jerga y cosas como esas. Hace que te sientas bien. Te emociona», podía compartir Waiters estos días.

El buen ambiente que narra de los Lakers le ha contagiado para volver a resultar un arma de varios filos. Eso a sus todavía 28 años y no pocos exabruptos esta temporada en Miami —lo del comestible de marihuana, ya tal—.

Y Caruso

También Alex Caruso, titular, hizo buena la papeleta ante Washington. Sostuvo al equipo en defensa perimetral: su gasolina es inagotable, siempre rápido, despierto, atento y dispuesto. Y además se apropió 17 puntos, cinco rebotes y seis asistencias con tres de cuatro en triples. Actuación intachable podríamos decir, como su actitud desde que llegó a la Liga.

«Alex es una pieza vital en nuestras aspiraciones de campeonato. Es muy completo», decía Vogel.

Vaya, que si alguien pensaba que los Lakers tenían una rotación estrecha parece que se equivocaba. Los reservas dijeron ‘aquí estoy yo’ en el último duelo amistoso y parece que el banquillo se encuentra listo para seguir a su líder. Sí, los Clippers parecen un armazón más exuberante, pero los Lakers están listos para apretar con la segunda unidad. Y eso que tienen fuera a Rajon Rondo o Bradley.

(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)










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