Esta vez vamos a tirar de un clásico para rememorar uno de esos momentos que jamás olvidaremos y que es obligatorio contar (y por supuesto hacer ver) a nuestros descendientes para que se enamoren de este deporte como nosotros lo estamos.
El último minuto que Michael Jordan nos regaló durante el sexto partido de las Finales de la NBA de 1998 entre los Jazz y los Bulls es posiblemente el más intenso, emocionante e importante en la historia de la liga. Ese espacio de tiempo no sólo le dio un nuevo anillo de campeón a los de Chicago, sino que alimentó más aún los argumentos de aquellos que consideran al ‘23’ el mejor jugador de todos los tiempos. No merece muchas palabras más, sino ponernos a disfrutarlo.
https://www.youtube.com/watch?v=8V_1ZxCN3nI