Pocos hubieran apostado hace menos de un año a favor de la actual situación de los Washington Wizards tras un mes de temporada regular. No tanto por situarse en la cuarta posición de la Conferencia Este con un balance de 11-7 como por haber sustentado este éxito sobre la defensa.
El dato general es demoledor: la franquicia capitalina ocupa la séptima posición en defensive rating, recibiendo 105,1 puntos por cada cien posesiones. El pasado curso encajaron siete puntos más para caer hasta el vigésimo puesto. Dos años antes la calificábamos incluso de completo de desastre. Sin duda, el rendimiento del equipo en esta faceta bajo las órdenes de Wes Unseld Jr. ha protagonizado un importante salto cualitativo.
«Hace un buen trabajo», compartió Kyle Kuzma en el medio The Washington Post hace dos semanas. «Muchas veces en esta liga lo que separa a los buenos equipos de los malos son los esquemas defensivos. He estado en ambos lados de la cancha. He estado en buenos equipos y he estado en malos equipos durante la primera parte de mi carrera. Una de las razones por las que pensé que éramos malos era porque en realidad no teníamos esquemas. Cuando llegue aquí, el primer día del training camp, nos dijo que quería que estuviéramos entre los diez mejores equipos defensivos. De acuerdo, ¿cómo lo conseguimos? Wes nos pone en situaciones fantásticas, y realmente no hay ningún error. Sabe qué hacer.»