Warriors, la dinastía que se enfrenta al síndrome del ‘Threepeat’

Cada vez que se alude al actual Gobierno de la NBA, los Golden State Warriors, se asocia casi de manera nominal la palabra dinastía. Se les considera (y lo son) una de las mayores fuerzas que ha visto la competición y, por tanto, se han ganado más que de veras el apelativo que trasciende calendarios, años, temporadas y combates singulares.

Algunos rastros que han dejado en los últimos años lo confirman: estamos ante un equipo único, irrepetible, inolvidable y que defendería favoritismo ante casi cualquier otro contendiente a, sí, mejor equipo de todos los tiempos.

No en vano, y sin entrar a análisis demasiado densos, los actuales Warriors coleccionan dos récords de consideración dinástica. Como pudo reflejar la realización de TNT durante el encuentro de anoche ante los Clippers (partido de obligado visionado para quien no lo haya visto todavía), Golden State posee el primer y segundo mejor récord de victorias (temporada regular) durante un lapso fraccionado de cinco temporadas.

O sea, que los actuales Warriors han sido el mejor equipo durante cinco años seguidos con, además, dos plusmarcas diferentes: primero la de 2013 a 2018 y después la de 2014 a 2019.

De auténtico escándalo.

Más victorias durante cinco temporadas

  • Warriors (2014-2019): 322
  • Warriors (2013-2018): 316
  • Celtics (1981-1986): 311
  • Lakers (1985-1990): 309

Ni los Boston Celtics de Larry Bird ni los Lakers de Magic Johnson vencieron más que los vigentes Warriors durante un lustro.

Este dato traduce hasta qué punto estamos ante un equipo histórico, difícil de catalogar por emplazarse en el presente pero no por ello menos inmortal que otro. Probablemente, la mayor concentración de talento en una franquicia NBA son los Warriors actuales y, si se considera el concepto dinastía algo tangible a cinco años, pocas habrá habido como la suya.

El vértigo de los tres campeonatos

Por el momento han recolectado tres anillos en cuatro años (cuatro Finales) y este curso asaltan el primer Threepeat de su historia –también caso aislado general de toda la liga desde el año 2002–. Palabras mayores son tres títulos consecutivos, algo que solo han conseguido los Bulls de Michael Jordan (dos veces), los Lakers de Shaq y Kobe, los de Minneapolis (gigante Mikan) y por último los Celtics de Bill Rusell, que levantaron la friolera de ocho campeonatos sin interrupción.

Sobar título durante tres ocasiones seguidas, algo al alcance de muy pocos entre los mejores de siempre y el gran reto de Golden State para la presente postemporada.

Sin duda, el componente psicológico jugará papel protagonista para los Warriors en ese sentido y de veras pienso que ellos mismos (como ante Clippers) son el único equipo capaz de hacerles daño hasta el punto de perder una eliminatoria. Pero sí que es cierto que ese vértigo puede existir y veremos cómo funciona la vanguardia de Steve Kerr en tal situación.

Los dos últimos intentos de trieno con el Larry O’Brien acabaron en el fondo del océano (Lakers y Miami), así que Golden State deberá también consultar la historia para no tropezar donde ya lo hicieron sus mayores.

Habrá que ver qué pasa con la lesión de DeMarcus Cousins… Pero el Threepeat, algo que se recordaría por decenios, no va a resultar un paseo de domingo. Ni por parte de los rivales ni por la de gestión de impulsos propios.

(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)


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