Ayer Russell Westbrook coleccionó su triple-doble número 204 para seguir aumentando su reinado como emperador del triple-doble. Aunque Nikola Jokic, quien pronto acabará siendo su principal competidor, también ha sumó uno de su propia cosecha para ponerse con 169.
Ayer Westbrook dejó una línea estadística de 23 puntos, 16 rebotes y 10 asistencias para ayudar a los Kings a superar a unos Warriors sin Stephen Curry.
Preguntado por la hazaña tras el partido, Russ dejó una declaración muy Russ. «Humildemente, soy el mejor base reboteador de la historia», contestó sonriente.
Dejando a un lado lo hilarante de apelar a la humildad antes de proclamarse como el mejor de la historia en algo, Russ tiene parte de razón. Al menos así se la dan los números. Y es que hace tiempo que Westbrook superó a Jason Kidd como el base con más rebotes en la historia de la NBA.
Hay varios detalles que sacar a relucir en este asunto. El primero, que en el baloncesto de hoy en día se hace muy complicado separar por posiciones. La palabra exacta que utiliza Westbrook es guard, un término hoy utilizado para nombrar a perfiles muy diferentes de jugador. ¿Es Amen Thompson un guard? ¿Y Josh Hart? ¿Luka Doncic, Derrick White?
Lo segundo es que Westbrook lo dice con el volumen estadístico como amparo, aunque no especifica a lo que se refiere. Pero los números en bruto no lo son todo. A nadie por ejemplo se le ocurriría decir que LeBron James es el mejor anotador de la historia, cuesta nombrar a John Stockton como el mejor pasador de siempre y, atendiendo a la acumulación, Dennis Rodman no está ni entre los 20 ‘mejores’ reboteadores de la historia.
Westbrook contra la historia
Demostrar si alguien es el mejor de la historia haciendo algo es muy complicado. Por la siempre tramposa comparación entre épocas y porque hay diferentes cosas que medir. Westbrook, por ejemplo, coleccionó muchísimos rebotes gracias al arduo trabajo de Steven Adams limpiándole la zona de captura defensiva para que fuese el base quien iniciase los ataques de Oklahoma con el balón en las manos.
De todas formas, vamos a intentarlo aportando unos cuantos datos que den contexto a la información. En volumen ya hemos dicho que Russ es el líder histórico, sacándole nada menos que 332 a Kidd (también es el líder en capturas ofensivas). Ahora bien, en promedio por partido el dominador es Oscar Robertson, con 7,5 capturas.
Yendo a la estadística avanzada, hay un porcentaje que explica mejor que ninguna el impacto reboteador de un jugador. Y es simplemente el porcentaje de capturas del mismo sobre los rebotes disponibles durante su estancia en cancha. Russ acumula un 11,6% de capturas totales a lo largo de su trayectoria profesional, con un 17,6% de defensivos y un 5,4% de ofensivos. El más alto entre el top 10 de bases reboteadores por volumen.
| REBOTES TOTALES/PROMEDIO | %REB | |
| Russell Westbrook | 8.734 / 7,0 | 11,6 |
| Jason Kidd | 8.402 / 6,4 | 10,0 |
| Oscar Robertson | 7.804 / 7,5 | 6,4* |
| Magic Johnson | 6,376 / 7.3 | 11,1 |
| Chris Paul | 5.990 / 4,4 | 7.5 |
Datos de los 5 bases con más rebotes en la historia de la NBA. Fuentes: StatMuse y Basketball Reference. *El porcentaje de rebotes se comienza a medir en 1970.
Atendiendo a estas cifras, empieza a tomar forma la argumentación de Westbrook. Aunque quedan aristas que mirar. Por ejemplo, las de sus años de prime. Fáciles de reconocer entre 2015 y 2021. Pues bien, en esos años Westbrook promedia 9,9 rebotes con un 14,9% de capturas en 436 partidos.
A estas alturas, hay poco miedo en reconocer que Russ, Magic, Kidd y Robertson son los mejores bases reboteadores de la historia por volumen y eficacia. Pues bien, ninguno supera claramente esa cima de Westbrook. En sus primeras 5 temporadas, Magic recogía 8,4 rebotes por noche con un 12,4%. Entre 2003 y 2008, Kidd se fue a los 7,4 por noche con un 11,8%. Solo Robertson en sus 5 primeras campañas puede competir con 10,4 rebotes de promedio.
El asterisco está en que, durante esa primera etapa de Big O, la liga no computaba el porcentaje de rebotes. Por lo que es complicado medir el impacto reboteador del mítico base. Pero, como ejemplo poco práctico, en su temporada de mayor dominio reboteador (1961-62), jugó 79 partidos en los que recogió el 20,1% de los rebotes de los Cincinnati Royals . En la 20-21, Westbrook jugó 65 encuentros capturando el 23% del total de rebotes de los Washington Wizards en toda la temporada.
Westbrook contra la actualidad
Solo queda pues mirar a la actualidad, donde Westbrook sigue formando parte de la élite reboteadora entre los exteriores. Pero lo interesante es fijarse en Luka Doncic, el único que por proyección podría mirarle a la cara llegado el día. El esloveno promedia 8,7 rebotes por noche, una cifra bastante más abultada que los 7 de Westbrook. Su porcentaje de capturas también es superior, con un 13,6%.
Su pico, tanto de rebotes por partido como de porcentaje de atrapados, aún es inferior. Pero claro, le quedan algo menos de 5.000 rebotes para alcanzar el volumen total del MVP de 2017.
Los datos están ahí y, por el momento, Westbrook puede estar tranquilo para afirmar que es el mejor base reboteador de todos los tiempos y que las cifras le otorguen la razón. Ahora bien, nunca ‘de forma humilde’.
(Fotografía de portada de Kamil Krzaczynski-Imagn Images)





