¿Eres un adulto no solo de edad sino también de cabeza?

Espero que sí, porque voy a hablarte de forma muy clara. 

Lo que estás leyendo es una carta diferente. Si la lees y piensas que soy un imbécil no pintas nada aquí y tampoco me importa. Si la lees y piensas que tengo razón entonces quiero tenerte cerca.

Así de sencillo.

También necesito que tengas dos dedos de frente y algo de imaginación, porque ahora te voy llevar a un mundo paralelo.

Imagina que éstos fuesen los titulares de nbamaniacs:

Y ahora imagina que los patrocinadores que escriben todas las semanas ofreciendo su apoyo tuviesen una respuesta positiva por mi parte.

Ellos nos proponen que te ofrezcamos este contenido: de casas de apuestas en prepagode comparadores de casinosde gamblingde los que ofrecen 70€ por un postde casas de apuestas y casinosde no se sabe quéde no se sabe qué pero que no se sepa quién lo pagade no se sabe qué pero que diga que lo ha escrito uno de nosotros aunque sea mentira

(Pincha en los enlaces anteriores si quieres ver el mundo real de la publicidad, aunque a lo mejor los enlaces ya ni funcionan de la cantidad de veces que los han pulsado).

Bien, ya puedes volver a la realidad.

A lo mejor a ti te da igual todo lo anterior, caso en el que es mejor que cierres esta página y sigas con tu vida.

A mí no me da igual. Yo no soy un arrastrado.

Yo no he creado un medio independiente para venderme a los titulares de mierda, las publicidades encubiertas de mierda y las apuestas de mierda. Tengo ética profesional.

«¿Y qué?», puedes decir. «Tu vida no me importa», puedes pensar.

Y es cierto. No debería importarte mi vida.

Pero a ti sí debería importarte la tuya y deberías hacer algo por no moverte entre el fango. 

Hay una frase hecha o refrán o como queramos llamarlo que dice «Con quien niños se acuesta meado se levanta». Hay otra que dice «Dos que duermen en una misma habitación se vuelven de la misma condición». También está «Dime con quien andas y te diré quién eres». 

Lo pillas. Por eso te decía lo del fango. 

El Internet de esta década es todo fango. Redes sociales de mierda. Webs de mierda. Titulares de mierda. Clickbait de mierda. Apuestas de mierda. Publicidad de mierda. Contenidos de mierda.

Todo es mierda. ¿Sabes por qué? Porque la mierda engancha y funciona a nivel económico. Solo tienes que mirar las cuentas de Telecinco. O las de Facebook.

Vale.

Yo no quiero ser Telecinco. Tampoco quiero un medio basado en el fango del que te ha hablado antes.

Tú deberías pensar de forma similar.

Deberías evitar estar viendo Telecinco cada día y visitando webs y redes sociales en los que solo hay gilicontenidos, publicidad encubierta y muchas apuestas. Webs y redes sociales que comercian con tus datos. Webs y redes sociales que secuestran tu atención.

¿Recuerdas lo de «Dime con quién andas y te diré quién eres»?

Es por eso que este texto que estás leyendo sirve para comunicarte tres cosas.

La primera cosa es que debes entender que si eres alguien a quien le da igual consumir mierda a cada momento pues no pintas nada aquí. Tú y yo no vamos a conectar. A mí me interesa la gente que se preocupa por lo que se echa a la cara cada día. Me interesa la gente que filtra y que quiere separarse de la mierda.

La segunda cosa es que a mí todo esto me ha costado insultos, acoso, ataques personales y otras lindezas. Los pesimistas siempre me dijeron que esto no iba a funcionar. Los envidiosos desean que nbamaniacs desaparezca y me lo dicen abiertamente. Los tacaños, bueno, los tacaños terminan gastándose mucho más en otras cosas y por tacañería la cagan constantemente en su vida, como el viejo Bennett. ¿Conoces la historia de Bennett?

No creo que tú quieras parecerte a él, pero por si acaso voy a contarte su breve historia en dos minutos y pueden ser dos minutos muy importantes para tu vida si con ellos evitas ser como aquel señor de Oklahoma City.

Venga.

Ya han pasado muchos años desde que un señor con corte de pelo militar que vivía en Oklahoma City la cagó más de lo que la solía cagar cada vez que iba a la peluquería.

Fue una cagada tan bestial que tiempo después trató de solucionarla y le salió otra cagada aún mayor.

Conoces la NBA, esa liga de jugadores y no de franquicias. De estrellas y no de equipos. Son los grandes nombres los que deciden las temporadas y generalmente el campeonato se lo lleva el que más y mejores jugadores tiene.

Si en tu equipo están Durant, Curry y Klay tienes más probabilidades de ganar el campeonato que si tus hombres más destacados son LeBron, Kevin Love y el artista anteriormente conocido como J.R. Smith.

Está clara la idea.

Si eres dueño de una franquicia y quieres un anillo necesitas a varios grandes jugadores. ¿Y sabes una de las cosas que piden los grandes jugadores además de trato especial y casito? Dinero.

Es simple. Si deseas tener más posibilidades de ganar la NBA que otros equipos tendrás que rascarte el bolsillo.

Sin embargo hubo un señor que aprendió esta lección demasiado tarde. Y la cagó, ya te lo he dicho al principio.

Fue una cagada antológica.

Este hombre, Clay Bennett para los amigos, se encontró en 2012 con una situación curiosa. Era dueño de un equipo que tenía a tres futuros MVP, cosa que no se ha visto en no sé cuántas décadas ni creo que se vuelva a ver. Lo mejor de todo es que ninguno de los tres había cumplido aún 24 años y los Thunder ya habían disputado unas Finales NBA.

El futuro era brillante.

Tenía jugadores tan jóvenes y tan buenos como para establecer una nueva dinastía, como las de antes.

Estaban en el camino correcto. Qué demonios correcto. Estaban en el camino perfecto.

Los títulos llegarían uno detrás de otro.

Solo había que pagar las nóminas y esperar a que cayesen los anillos como fruta madura.

Pero Clay Bennett no hizo eso. Optó por la tacañería y traspasó a James Harden a cambio de dos paquetes de pipas. Pensó que para qué darle a Harden un millón y medio más de dólares por año como el chaval pedía si a cambio se podía ahorrar su nómina y de paso comerse un par de paquetes de pipas.

Fue un pensamiento conservador que para algunos tenía su lógica y más si las pipas eran del Piponazo.

Pero también fue una equivocación. Una cagada monumental de hecho.

Y como siempre suele suceder, tiempo después llegó el arrepentimiento, la reflexión y un nuevo error. 

«Si hubiera pagado lo que era justo. Si no hubiera sido tan rata. Si hubiera sido un poco optimista. Si hubiese sido un poco menos duro de mollera». Imagínate como le estaban poniendo en casa su mujer y sus hijos todos los días. «Este hombre siempre tan tacaño», contaría su esposa a las amigas cuando se juntaban a tomar café por las tardes.

Clay Bennett había aprendido la lección mientras por el camino también había perdido a Durant y no tenía un solo título que celebrar.

Cinco años después, en 2017, Bennett dio luz verde a una plantilla en la que estaban Westbrook, Carmelo Antony y Paul George. A por todas, se dijo. «A esta ronda invito yo. Esta vez no me ocurrirá lo mismo. Con tres estrellas ganaré la NBA. Cueste lo que cueste. Será por dinero, mirad que fajo».

Demasiado tarde para el amigo Bennett.

La cosa no salió. Ni cerca estuvo. Eliminación en primera ronda de playoffs con un panorama para el siguiente curso, cuanto menos, inquietante: 160 millones en salarios más otros 160 en impuesto de lujo.

¿Sabes qué ocurrió a continuación? Que Bennett, despavorido, tuvo que deshacer aquel equipo que no iba a ningún sitio salvo a arruinarle a él. Primero regaló a Carmelo. Un año después aprobó el traspaso de Westbrook y George.

Se quedó sin grandes jugadores, sin anillos y con el maldito millón y medio de dólares por temporada que no quiso dar a Harden.

¿Moraleja? No seas como aquel tacaño de OKC. No renuncies a Durant, Harden y Westbrook por dos paquetes de pipas.

La tercera cosa es que aquí tenemos Extra nbamaniacs precisamente para la gente que no quiere mierda, que quiere filtrar y que sabe que si algo es gratis lo está pagando de algún modo. Con su atención, sus datos o con su cerebro fundido por leer mierda.

Voy terminando porque ya ha quedado todo claro:

  1. No queremos producir mierda ni engañar.
  2. Deberías preocuparte por no consumir mierda ni ser un tacaño.

Y en Extra nbamaniacs ni hay contenidos de mierda ni tampoco consumidores de mierda.

Hay artículos, podcast, newsletter, Discord y alguna cosa más. Todo en idioma español y nada más que español. Hay una audiencia que apuesta por algo más que por derretir su cerebro consumiendo basura.

Y eso tiene un precio. Para ti y para mí.

Yo dejo de ingresar un dineral desde las casas de apuestas.

A ti te puede costar lo que un par de paquetes de pipas al mes como mucho.

Tú verás lo que haces.

—Elio

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