El año nuevo ha sentado realmente bien a Derrick Rose, quien ha recuperado parte de esa efectividad que le llevó a ser el MVP más joven de la historia de la NBA. Ahora, pensando ya en lo que resta de temporada, analiza el actual momento que vive en los Bulls en una entrevista concedida a ESPN.
«Me siento bien, pero entiendo que mi evolución aún necesita tiempo. Sé que se trata de un proceso y que todo lo que debo hacer es mantener mi nivel de trabajo para sacar el máximo provecho de cada día», expresa antes de admitir que su intención sigue siendo recuperar su versión MVP. «Esa es la meta. Ese es el objetivo. Lo hago por mi hijo, que es quien me da la fuerza. Fue una bendición».
Aún reconociendo que por ahora no es el jugador que fue, tiene claro que sus constantes lesiones en los últimos años le han servido para mejorar tanto como persona como jugador.
«Me gustaría decir que soy más paciente, al menos más de lo que lo era antes. Como jugador pienso que mi IQ ha crecido. Ejecuto mejor las acciones, espero que el juego me llegue y estoy seleccionando mejor mis posiciones».
Butler y él
Uno de los temas que más polémica ha creado desde su vuelta a las pistas ha sido su relación con Jimmy Butler, la cual ha sido tildada de mala en varias ocasiones; sin embargo, Rose se muestra feliz de tenerle a su lado, a la vez que avisa de que aún no se ha visto el verdadero nivel que puede llegar a dar su compañero.
«No le he enseñado sobre liderazgo. Simplemente se trata de crecer […]. Es un jugador que he estado buscando. Sé que en el fragor de la batalla va a estar ahí, dándolo todo. Es algo que deseaba, así que estoy encantado de tenerlo. Es el compañero con más talento que he tenido. Aún no lo sabe, nadie sabe lo bueno que puede llegar a ser«.
Thibodeau
El giro de filosofía de juego que ha dado el equipo con Fred Hoiberg es notable, tanto como para que Rose afirme que no sabe decir qué echa de menos de Tom Thibodeau . «No he pensado en él desde el año pasado. Es un gran entrenador y tenía una buena relación con él, pero no estoy para pensar en idas y venidas de entrenadores. Sólo pienso en Fred y en el equipo».
Siempre con Chicago
Más allá de resultados, lesiones o entrenadores, lo que no ha cambiado nunca es el amor de Rose por Chicago. «Por supuesto que quiero acabar aquí mi carrera. Nunca ha cambiado mi amor por esta ciudad. No puedo enfadarme por lo que opinen las personas. Tienen todo el derecho a decir y pensar lo que quieran».