Sigue el rodillo tejano. Los Spurs vencieron a Sacramento Kings por 104 a 94 para cosechar su 30ª victoria en 30 partidos disputados en el AT&T Center.
La victoria de San Antonio llegó a pesar de no contar con tres de sus titulares por descanso (Tim Duncan y Danny Green) y migrañas (LaMarcus Aldridge), pero Kawhi Leonard con 25 puntos y 13 rebotes y un invitado sorpresa se encargaron de dejar atrás a los Kings.
Manu Ginóbili volvió a jugar 12 partidos después, y el argentino realizó un impresionante despliegue al conseguir 22 puntos en solo 15 minutos con 8 de 11 en tiros de campo. Ginóbili no tuvo problemas relativos a la lesión testicular que le obligaron a pasar por el quirófano el 5 de febrero, pero por el momento jugará con un protector especial. “El área frágil está protegida. Lo he probado en los entrenamientos. No estoy preocupado”, dijo.
Gracias a la actuación de Ginóbili, los suplentes de los Spurs anotaron 28 puntos más que el banquillo de Sacramento (54–26) pese a que vario de ellos anoche fueron titulares.
Por los Kings, como no, DeMarcus Cousins fue su referencia en ataque con 31 puntos y 9 rebotes. Quincy Acy logró 16 puntos y 7 rebotes y Rajon Rondo se quedó en 9 puntos, 8 asistencias y 2 robos.
Una de las mejores temporadas de la historia
Con el triunfo de anoche San Antonio se coloca 53–9 en lo que va de temporada, el mejor arranque de la historia de la franquicia y en ritmo de terminar el año con 69 triunfos, la que sería la segunda mejor marca de siempre en la NBA.
En casa los Spurs acumulan 39 victorias consecutivas desde finales de la pasada temporada, la cuarta mejor racha de siempre.
“San Antonio es un caso único”, explicó George Karl en declaraciones recogidas por Associated Press. “Creo que esa es la diferencia entre San Antonio y Golden State. Golden State está jugando espectacular, pero este equipo no comete errores, este equipo es sólido”.