A Lillard le vale con medio partido

Todos los ojos estaban puestos en él. Con Giannis Antetokounmpo al margen por lesión, Damian Lillard tenía la responsabilidad de sacudirse las dudas de la temporada regular, tanto las individuales como las colectivas, y marcar el tono para los Bucks en el inicio de los playoffs. Y lo hizo en solo 24 minutos.

Milwaukee se llevó el primer partido ante los Pacers por 109-94, un choque en el que prácticamente solo existió la primera mitad. Con 35 puntos en ella, Lillard firmó un tramo histórico y dio a Indiana una dura bienvenida a la postemporada, una que el Fiserv Forum necesitaba para recuperar la fe en los suyos.

«Para esto me habéis traído»

Dame arrancó la noche fallando un tiro de 5 metros absolutamente solo. Posiblemente lo menos parecido posible a un presagio de lo que iba a ser la noche.

Porque a partir de ahí llegó una verdadera tormenta de baloncesto para que los Pacers no tuvieron respuesta. Nadie la habría tenido. La primera internada hacia el aro acabó en canasta y el primer triple intentado atravesó el aro sin ni siquiera rozarlo. Las sensaciones no podían ser mejores. Y a partir de ahí, no hubo forma. Dame estaba eléctrico, estaba con esa mirada del que sabe que la siguiente canasta va a llegar y lo único que tiene que hacer es improvisar el cómo. Primero otra bandeja, luego otro triple, luego un 2+1. Y para cerrar el cuarto, un triple desde 8 metros sobre la bocina. Lillard se fue al banquillo con 19 tantos en su casillero mientras gritaba «para esto me habéis traído». Para eso, y para lo que estaba por llegar.

Si el primer cuarto pareció un sueño para los Bucks, el segundo fue la constatación de que estaban, en efecto, despiertos. Como quien se pellizca una y otra vez para asegurarse de que lo que está viviendo es real, Lillard probó un heatcheck tras otro para constatar que esta era, en efecto, su noche. Primero convirtió un lanzamiento tras hacer bailar a Nembhard, luego llegó otro desde 8 metros, y el siguiente fue prácticamente desde el logo. Y para culminar, puso el colofón al cuarto con un 3+1. La grada enloquecía. A todo esto, los suyos 30 arriba. Si querían una dosis de confianza tras las recientes dudas, era imposible recibir una mejor.

El base se convirtió en el segundo jugador en la historia de la liga en llegar con 35 puntos al descanso de un partido de playoffs, algo que solo había conseguido Kevin Durant en 2019, cuando sumó 38 ante los Clippers. Con la diferencia de que, si aquel día KD terminó con 50, esta vez Lillard se quedó en los 35 que había logrado en la primera parte.

La reacción llega tarde

No hacía falta el scouting más sesudo del mundo para que Indiana se diese cuenta de quién era el jugador que les estaba arruinando la noche, y el ajuste al descanso no pudo ser más claro: que Lillard no toque un balón. La defensa visitante se volvió muy agresiva sobre él, planteando un cara a cara para que no recibiese el esférico o un dos contra uno para que lo soltase cuanto antes. Daba igual descuidar al resto, el objetivo era enfriar a Dame. Y la cosa más o menos funcionó.

Las sensaciones de los de Carlisle mejoraron en la segunda mitad, pues una vez que dejaron de ser bombardeados desde el triple lograron empezar a marcar su ritmo de partido y a entrar en una dinámica en la que se sentían más cómodos. Con Pascal Siakam, el más experimentado en este tipo de situaciones y a la vez el único sin un defensor natural delante, desatado con 36 tantos, lograron incluso tramos de dominio, pero la desventaja era demasiado grande como para soñar. Por muchos parciales favorables que lograran, la diferencia nunca bajó de los 12 puntos.

Quizás podría haberlo hecho en una noche más acertada desde el exterior, pero con un 8/38 (21,1%) en triples es difícil construir ningún tipo de momentum. La defensa de los Bucks aceptó vivir con los triples relativamente abiertos de Aaron, Neismith, Myles Turner, Obi Toppin o T.J. McConnell para cerrar a un Haliburton que había sido una pesadilla para ello en los encuentros anteriores. Y al menos anoche, la jugada no les pudo salir mejor.

También se encargó de evitar que la diferencia se redujera en exceso Khris Middleton, que se encargó de gestionar la atención extra a Lillard anotando 15 de sus 23 tantos en la segunda mitad. Y visto lo visto, es posible que tenga que hacer lo propio en el Game 2, pues no parece que Indiana vaya a concederle ni siquiera medio metro a Dame a partir del martes. Bastaron 24 minutos para tener la lección aprendida. Ahora habrá que ver cómo la aplican.

(Fotografía de portada: Stacy Revere/Getty Images)


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.