El comienzo de temporada de los Thunder no podría ser más catastrófico. Un 0-4 en su balance, que ni siquiera la acelerada vuelta de Russell Westbrook ha sido capaz de solucionar. El equipo no está funcionando, las sensaciones no son buenas y el Oeste no espera a absolutamente nadie.
Las alarmas han comenzado a sonar en Oklahoma, a pesar de que el núcleo del vestuario, encabezado por Westbrook, esté intentando minimizar lo sucedido. “Estamos y estaremos bien”, comenzó diciendo el jugador, en declaraciones recogidas por ESPN. “Es pronto. Confío en mis compañeros. Confío en mí mismo y en mis habilidades como para estar seguro de que tendremos la oportunidad de ganar un partido. No hay necesidad de entrar en pánico”.
“Evidentemente no hemos empezado como queríamos hacerlo, pero estaremos bien y yo me aseguraré de ello. No estoy preocupado”, añadió.
El atropellado final
Ante los Celtics, Westbrook quiso tomar las riendas de la anotación de su equipo en los minutos finales. Sin embargo, su intención de conducir a los suyos hacia el triunfo se tornó en acciones apresuradas, una mala elección en el lanzamiento – un 0 de 7 para cerrar su mala actuación – y pérdidas de balón que generaron puntos del rival.
“Es mi responsabilidad”, dijo sobre el último cuarto de Oklahoma. “Asumo la responsabilidad sobre lo que debimos hacer para poder ganar el partido. Tenemos que hacer un mejor trabajo para poder cerrar el partido, es mi responsabilidad”.
Paul George también quiso suavizar la situación por la que está pasando, puntualizando que “quedan 78 partidos por delante. Para nosotros, se trata de un partido. Mañana dejaremos atrás lo sucedido una vez lo analicemos en vídeo y empecemos a prepararnos para enfrentarnos a Phoenix”.