Una vez más la dicotomía entre jugadores y franquicias hace acto de presencia, y no por casualidad. La petición de traspaso de Kevin Durant, teniendo por delante un contrato de cuatro años con Brooklyn, ha provocado un terremoto entre los aficionados, pero también de puertas adentro para una competición que en breve empezará a negociar un nuevo convenio colectivo; sí, esas reglas que deben aceptar propietarios y jugadores y de las que depende que haya o no NBA.
Es por tanto un momento delicado, uno en el que medir las palabras es importante, pero también dejar claras las opiniones e ideas. Algo así ha hecho Adam Silver durante su clásica rueda de prensa en Las Vegas Summer League. El Comisionado de la NBA tocó varios temas, pero el más relevante pudo ser el de las peticiones de traspaso de las estrellas, algo que se ha convertido en una constante en los últimos tiempos. Silver fue prudente, pero no por ello escondió su disgusto ante tal situación.
«Mi punto de vista no ha cambiado. Francamente, no sé si Kevin Durant solicitó o exigió su traspaso. Mira, esto tiene que ser una calle de doble sentido. Los equipos brindan una enorme seguridad y garantías a los jugadores y la expectativa es que, a cambio, cumplan con su parte del trato. Soy realista en que siempre habrá conversaciones a puerta cerrada entre los jugadores, sus representantes y los equipos, pero no nos gusta ver a los jugadores solicitando intercambios, y no nos gusta ver las cosas desarrollarse como lo están haciendo», comenta.
Para Silver la atención debería estar en lo que ocurre sobre la cancha. Entiende que los jugadores tienen que poder expresarse y buscar lo mejor para sí mismos, pero cree que esas peticiones de traspaso suponen un golpe para la Liga, ya que afectan a muchos jugadores y equipos.
«De manera ideal, y como estaba diciendo en la anterior pregunta, la temporada pasada se vio un fantástico baloncesto. Hubo unos fantásticos playoffs y una final maravillosa. No quiero ser ingenuo, pero me encantaría que el foco estuviera en el juego sobre la cancha. Y en cuanto a lo que podemos hacer al respecto, nuevamente, cuando un jugador pide que lo traspasen, tiene un efecto dominó en muchos otros jugadores, en el equipo de ese jugador y en otros equipos. Por lo tanto, no es solo la liga o los gobernadores de los equipos los que se ven afectados por eso, sino también muchos otros jugadores», recalca.
Tema a discutir
Como señalábamos al principio, un nuevo convenio colectivo empezará a ser negociado en breve y Adam Silver no esconde que este tema, el de equilibrar derechos de jugadores y franquicias, estará sobre la mesa.
«Es uno de esos temas que a medida que avanzamos en este ciclo de negociación colectiva, que recién estamos comenzando, tenemos la intención de discutir con nuestra Asociación de Jugadores y ver si hay soluciones para esto. Nuevamente, como dije, nunca se dará el caso de obligar a los jugadores estar descontentos en ciertas situaciones, pero no queremos que se desarrolle de la forma en que lo está haciendo ahora. Creo que es algo donde hay una reciprocidad de intereses, de manera colectiva, entre los jugadores colectivamente y la liga, para tener más estabilidad. Eso es algo que discutiremos con el sindicato», anuncia.
Argumentos a ambos lados
Desconocemos qué se dirá una vez se reúnan, pero sí podemos poner sobre la mesa algunas ideas que dan sentido a la postura de ambas partes. Por un lado tenemos a los equipos, los cuales pueden sentirse indefensos y desconfiados a la hora de dar un gran contrato a un jugador, ya que este puede forzar igualmente su salida por muchos años que tenga firmados. Contrarrestando esto, nos encontramos que esos mismos jugadores rara vez piden salir cuando están en un conjunto ganador, por lo que también se podría argumentar que la culpa es de esos equipos no rodear a tal estrella para ponerlo en el contexto idóneo para cumplir sus objetivos.
Se puede ver de muchas maneras, cierto, pero lo que es innegable es que la repercusión de la NBA, y gran parte del interés de los aficionados 365 días al año, se debe también a este drama que rodea a las estrellas. Silver no quiere dar un cambio radical al actual sistema, pero sí amoldarlo para que el equilibrio reine en la Liga.
«Creo que eso nos lleva a nosotros y a la Asociación de Jugadores a sentarnos y reconocer los principios que aquí se encuentran en juego, los cuales atañen a los contratos y el deseo de estabilidad que afecta no solo a un jugador, sino a otros. Tengo esperanzas. Tenemos una relación muy productiva con nuestra Asociación de Jugadores. No necesariamente vamos a eliminar por completo que los jugadores puedan pedir su salida, pero vamos a encontrar una manera de volver a centrar la atención en la cancha», sentencia.
(Fotografía de Thearon W. Henderson/Getty Images)