Adam Silver, comisionado de la NBA, celebró su tradicional rueda de prensa previa al arranque de las Finales. Pese al buen momento económico y de audiencia de la liga, Silver no ocultó su deseo de hacer reformas en la competición, particularmente en las reglas que regulan la entrada de talento joven en la NBA. En una de las tareas pendientes que quedó de la reciente negociación del nuevo convenio colectivo, el comisionado volvió a pedir cambiar la edad mínima para jugar en la liga.
Actualmente, la liga solo permite a los jugadores entrar en la NBA a los jugadores que cumplan 19 años durante el año natural de su debut. Para formados en Estados Unidos, además, tienen que haber pasado un año desde su graduación en high school. Una regla que tiene como consecuencia el «one-and-done» (uno y listo), en referencia a los jugadores que pasan solo un año en la NCAA antes de declararse elegibles para el Draft.
Una norma sin ganadores
«Mi sensación es que no está funcionando para nadie», afirmó tajantemente Adam Silver sobre esta regla. «No está funcionando para los entrenadores universitarios y los directores atléticos a los que escucho. No están felices con el sistema actual. Y sé que nuestros equipos no están tampoco felices, en parte porque no creen necesariamente que los jugadores que están llegando a nuestra liga están teniendo el tipo de entrenamiento que esperan ver».
Pero esta regla, que tiene que ser consensuada con el sindicato de jugadores (NBPA), tiene soluciones diferentes. La posición formal de Adam Silver y la NBA (apoyada por la NCAA) es elevar la edad mínima a 20 años, o a dos años después de pasar por high school, lo que permitiría a las universidades a retener por dos años a las principales promesas de la liga. Por el otro, la NBPA apoya volver a rebajar la edad mínima a 18, permitiendo el salto directo desde preparatoria. Los próximos meses deberían ver negociaciones al respecto entre ambas partes, con consecuencias clave en el futuro de la liga.
Luchar contra el tanking
Por otro lado, Adam Silver también aprovechó para ratificar un deseo que viene manifestando desde su ascenso al cargo de comisionado. Preguntado por la práctica de algunos equipos de reservar a sus mejores jugadores tras quedarse sin opciones de playoffs, dando menos valor a las victorias y más al desarrollo de jugadores jóvenes (el famoso «tanking«), Silver fue muy claro. «Me vuelve loco», dijo en el sentido negativo de la expresión.
Para evitar incentivar esta práctica, que ayuda de paso a los equipos a mejorar su posición en el Draft, Adam Silver reconoció que «hemos hecho propuestas a nuestro equipo sobre cambios adicionales en la lotería del Draft. Creo que la hemos cambiado cinco veces de momento durante los más de 30 años en las que ha estado en práctica. Pero no está funcionando exactamente como nos gustaría, y creo que es algo en lo que tenemos que enfocarnos».
Silver incluso bromeó con la idea de utilizar el máximo castigo a los equipos perdedores. «No estamos en el punto donde vamos a tener descensos a la Gatorade League (nueva denominación comercial de la D-League) como hacen en Europa. Eso lo pararía, pero no estamos preparados para hacerlo. Pero creo que hay más que podemos hacer para desincentivar este comportamiento».