Se perdió 15 partidos por lesión y ayer disputó su primer encuentro como titular en 50 días. Lonzo Ball finalizó el choque ante Miami “cansado”, pero dejando muy buenas sensaciones entre compañeros, rivales y su entrenador, Luke Walton. Los Lakers ganaron en el American Airlines Arena por 113 a 131 en la que fue la cuarta victoria seguida de los angelinos.
“Ha estado genial. Para mí ha sido probablemente el mejor jugador esta noche”, dijo Walton sobre Ball, autor de 8 puntos, 7 asistencias, 6 rebotes y 6 robos —nuevo tope de su corta carrera— en 34 minutos de juego. “Y creo que solo ha tirado cinco veces, motivo por el que apostamos tanto por él desde el primer momento. Es uno de esos jugadores únicos, no importa si tira o no, que anote 20 puntos por partido o no, puede impactar en todo el juego. Es lo que ha hecho esta noche. Teniendo en cuenta todo, en mi opinión, ha sido el mejor jugador esta noche”.
Las palabras de Walton, muy llamativas, no se quedaron muy cortas respecto a la opinión de una leyenda NBA como Dwyane Wade, a quien también gustó lo que propone Ball cada vez que salta a la pista.
“Le he seguido con interés, le vi jugar en la universidad”, comentó Wade. “Tiene un gran sentido del juego y no juega por sumar estadísticas. Juega para ganar. Mueve el balón y su IQ del juego es increíble. Es atlético. Todo el mundo habla de su tiro, pero ha lanzado así toda su vida. Puede anotar”.
Wade también recordó que por muchas expectativas que haya sobre Lonzo, le queda un largo camino que recorrer y comparó su estado actual con el de otra leyenda que ya forma parte del pasado de la Liga. “Es bueno. Es un buen jugador de baloncesto. Todo el mundo espera que llegue y sea Kobe Bryant, pero Kobe Bryant no era Kobe Bryant cuando llegó. Tiene que trabajar para tener una larga carrera ante él y que veamos cómo se desarrolla”, concluyó el escolta de Miami.
En los tres partidos que Ball ha jugado desde su retorno —tres victorias de los Lakers— promedia 10 puntos, 6,6 rebotes, 6 asistencias y 3 robos con un 58,5% en tiros de campo, incluyendo un 66,6% en triples. A lo largo de la temporada el base rookie que llegó de UCLA promedia 10,2 puntos, 7,1 rebotes, 7 asistencias y un 36,5% en lanzamientos.
El sueño de los playoffs sigue muy lejos en Lakerland, pero el buen tono de Ball y la esperanza de que Isaiah Thomas comience a aportar pueden significar un impulso importante para una franquicia que quiere terminar el curso con la mejor imagen posible.