La historia del deporte está plagada de grandes historias de superación. De equipos que, en claras situaciones de inferioridad, sacan el 200%, exhiben un nivel de competitividad extraordinario y acaban llevándose un triunfo heroico con el que nadie contaba. El Alemania-Gran Bretaña, sin embargo, ofreció todo lo contrario.
Los germanos no solo cumplieron las expectativas de una victoria cómoda, sino que demostraron que estas se habían quedado incluso cortas. Sin necesidad de desplegar su habitual agresividad y velocidad, se impusieron por un arrollador 120-57 que, por si quedaba alguna duda (que no quedaba) dejó claro a qué ha ido cada una de estas selecciones al torneo: una, a proclamarse como el mejor equipo del continente; la otra, a intentar rascar su primera victoria en un Eurobasket desde 2013.
Que acabe cuanto antes
Hubo un breve tramo del primer cuarto en el que los británicos pudieron soñar con la posibilidad de que la relajación rival les permitiese mantenerse en partido. Pero la ilusión duró poco. En cuanto los alemanes apretaron ligeramente el acelerador, se hizo evidente que no iba a haber color en ningún momento.
El plantel germano demostró ser más talentoso, habilidoso, alto, fuerte y cualquier otra virtud aplicable al baloncesto. E incluso para intentar ganar a base de coraje y pundonor hacer falta un argumento al que aferrarse. Y los británicos simplemente no lo tenían. Superado ese tramo de ilusión inicial, cada jugada caía del lado alemán y la brecha entre ambos combinados crecía al ritmo de Yao Ming en su adolescencia. Lo cual hizo mucho por apagar ese coraje y pundonor que podía existir inicialmente.
Así, mientras Gran Bretaña sufría para crear cualquier tiro relativamente decente, Alemania los encontraba casi sin buscarlos. No había resistencia a sus transiciones, no tenían problemas para pisar pintura y dividir, su circulación rápida y precisa no encontraba obstáculo. Y eso, ante el que está siendo el mejor ataque del torneo, solo puede dar lugar a una cosa. Y no es bonita de ver si eres el equipo rival.
Sin piedad
Lo más curioso fue que los de Ibrahimagic no dieron por rematada la faena hasta muy al final. Incluso con la diferencia rozando los 50 puntos, el técnico mantuvo en pista a hombres importantes como Dennis Schröder o Franz Wagner, quién sabe si por deseo de probar nuevos detalles o en previsión de que un posible triple empate con Lituania y Finlandia haga necesario revisar el basketaverage.
Y aunque sí es cierto que ambos descansaron más de lo habitual y que las rotaciones se alargaron, sí parecía haber intención de ganar por la mayor renta posible. De encontrar el equilibrio entre no forzar pensando en los próximos compromisos y no relajarse para seguir mejorando el average. Visto el resultado final, dicho equilibrio cumplió su función.
Jugadores destacados
Estos fueron los mejores hombres del Alemania-Gran Bretaña.
Tristan da Silva
Hoy era el día para que los menos habituales asumieran más protagonismo ofensivo, y el de los Orlando Magic lo aprovechó para irse hasta los 25 puntos. Lo logró con un excelente 10/12 en tiros de campo y 5/7 en triples.
Franz Wagner
Desde el principio se vio que hoy quería brillar más como pasador que como anotador. Lo que pasa es que cuando a uno se le caen los puntos de las manos, no puede evitar sumar de las dos maneras, y eso es lo que hizo el alero para terminar con un doble-doble de 18 tantos y 10 asistencias.
Dennis Schröder
Pese al dominio aplastante de Alemania, estuvo en pista casi 25 minutos y los aprovechó para alcanzar los 19 puntos. A veces pecó incluso de querer lucirse demasiado y buscar highlights imposibles, lo cual en su caso es en realidad mejor que verlo tímido en exceso.
(Fotografía de portada: FIBA)