Cuando los Warriors se hicieron con Andrew Wiggins en junio de 2020, es obvio que tenían un plan en mente. Para muchos era una decisión equivocada. Veían al que fuese número 1 del draft de 2014 como una pieza difícil de encajar y, incluso en el caso de encontrarle sitio, como una que no les aportaría lo que necesitaban para volver a ser campeones. Pues bien, la realidad es que dos años después es All-Star y clave en que Golden State esté a un solo partido de lograr su cuarto anillo en ocho temporadas.
Sus playoffs estaban siendo buenos. Siempre partiendo del esfuerzo defensivo, era clave para que otros brillasen en ataque sin que ello le supusiera dejar a mirar al aro. Sin embargo, lo que estamos viendo en las Finales, sobre todo en los dos últimos partidos, rompe con cualquier listón establecido. Anoche, con 26 puntos, 13 rebotes, 2 asistencias, 2 robos y 2 tapones, simplemente fue el mejor a ambos lados de la cancha. ¿Su reacción ante ello? Simplemente mostrarse feliz por su actual momento.
«Es algo con lo que soñé. Estar en esta liga y encontrarme ahora en la etapa final de la competición… No hay nada más grande que esto», expresa.
Wiggins no es de echarse flores. A sus 27 años quiere que sea su trabajo en pista el que hable. Cuestión diferente es que sus compañeros sean tan cautos. Draymond Green, quien en el quinto partido también mejoró respecto a anteriores actuaciones, elogia la capacidad de Wiggins para dar los mejor de sí en el momento que más importa.
«Al comenzar este año era un titular del All-Star por una razón. Cuanto mayor ha sido el desafío que le hemos lanzado, mayor ha sido su respuesta. Quieres un tipo así a tu lado. Cuando el escenario se hace grande, responden y juegan su mejor baloncesto, y eso es lo que ha estado haciendo», sentencia.
(Fotografía de Jed Jacobsohn – Pool/Getty Images)