Trece jugadoras españolas han logrado a lo largo de la historia llegar a la Final de la WNBA, pero hasta el día de ayer, sólo una, Amaya Valdemoro, había conseguido hacerse con el campeonato (hasta en tres ocasiones). Desde hoy ya tenemos otro nombre que sumar a esa lista, el de Anna Cruz.
El Target Center lucía sus mejores galas para el quinto y definitivo enfrentamiento entre las Minnesota Lynx y las Indiana Fever. Nada menos que 18.933 espectadores para presenciar un choque que, de sucederse la victoria local, significaría el tercer anillo en cinco años para las Lynx; y así fue. Victoria contundente por 69-52 y trío de sortijas.
La jugadora catalana contribuyó al hito con 5 puntos, 4 rebotes y una asistencia en 20 minutos sobre el parqué. El protagonismo estadístico corrió de la mano de Sylvia Fowles, con un doble-doble de 20 puntos y 11 rebotes, aunque el MVP de las Finales sería para otra jugadora; Maya Moore —errática en la noche de ayer con 5 puntos y 1/8 en tiros de campo—, se adjudicó el trofeo de Jugadora Más Valiosa. La norteamericana se ha convertido, sin duda, en una máquina de amasar victorias y galardones, pues desde que llegara a la liga en 2011, además de ser Rookie del año ya suma esos tres campeonatos de WNBA con las Lynx.
Like a CHAMPION. That's how we ROAR! #RoarLikeAChampion 🏆🏆🏆 https://t.co/LCAGGzaAnX
— Minnesota Lynx (@minnesotalynx) October 15, 2015
La veterana Tamika Catchings fue la líder del ataque de las Fever, destacando con otro doble-doble de 18 puntos y 11 rebotes, al cierre insuficiente.
Además de estas cifras en ataque, la victoria de las Lynx se sostuvo en su asfixiante entramado defensivo dispuesto por su entrenadora, Cheryl Reeve. «Jugaron mejor que nosotras en todos los sentidos. Se veía a un equipo con una misión y jugaron para ello», reconocía en la derrota la técnica de las Fever, Stephanie White.
La auténtica reina española en estas lides, Amaya, no tardó en felicitar públicamente a Cruz por la primera de sus grandes gestas en USA. En su trayectoria, la escolta de 29 años lleva defendiendo los colores de la selección ininterrumpidamente desde 2009, con la que acumula dos bronces y dos platas sumando europeos y mundiales. Ahora ya puede presumir de haber hecho historia, también, al otro lado del Atlántico.
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