Si hace mes y medio se esperaban unos Bucks espectaculares tras la llegada de Damian Lillard, el inicio de la temporada 2023-24 únicamente ha servido para sembrar unas dudas que nadie esperaba alrededor del encaje del base, y es que lejos de estar formando una pareja letal con Giannis Antetokounmpo, por ahora el griego está jugando prácticamente solo…
Así es. The Greek Freak está teniendo que multiplicar su aportación sobre el parqué ante el irregular rendimiento de su compañero All-Star. Anoche, recibiendo a los Bulls, se marchó hasta los 35 puntos y 11 rebotes, mostrándose simplemente imparable para los de Illinois. En el lado opuesto de la balanza, Lillard, que se quedó en 12 puntos con un doloroso 3 de 17 en tiros de campo (1 de 9 en triples).
Aunque es cierto que Milwaukee ha perdido los dos encuentros en los que Lillard se había ausentado, ello no esconde que los números del point guard están siendo difíciles de asimilar. Con ocho partidos jugados, no pasa del 37 por ciento en tiros de campo y se queda en un 26,9 por ciento en lanzamientos de tres puntos, estadísticas muy por debajo de lo que ha ofrecido a lo largo de su carrera. Respecto a su último partido, entiende que tras dos noches parado es normal que estuviese algo frío.
«Me sentí bastante bien. Si no me sintiera lo suficientemente bien para jugar, no habría jugado. Pero creo que cada vez que están algún tiempo fuera, especialmente cuando al empezar el curso ya vas con algo de retraso, esto tendrá algún tipo de efecto. Dadas las circunstancias, me sentí bastante bien», explica.
Mientras Lillard encuentra su baloncesto en los Bucks y lo hace funcionar junto al de Giannis, al menos el equipo va sumando victorias, ya que actualmente acumula un balance de 6-4 que le permite ocupar la quinta plaza de la Conferencia Este.
El poco acierto de los Bulls
Nikola Vucevic fue la excepción. El pívot montenegrino firmó un doble-doble de 26 puntos y 12 rebotes para ser con diferencia el mejor jugador de Chicago. Zach LaVine llegó a los 20, pero con un doloroso 5 de 19 en tiros de campo. Algo parecido le pasó a DeMar DeRozan, 11 puntos con un 3 de 14. El head coach del equipo, Billy Donovan, tiene claro que así es todo más difícil.
«Cuando tienes noches como esta en el tiro, hay otros detalles que no se pueden escapar. Creo que algunos rebotes ofensivos de ellos nos hicieron daño porque llegaron en los momentos justos. Además, nos costó leer bien las transiciones», sentencia.
(Fotografía de Stacy Revere/Getty Images)