Antetokounmpo pone fin a la racha de victorias de los Pacers

Los Milwaukee Bucks continúan con paso firme. El cuadro de Wisconsin se llevó un apretado partido en Indiana por 97-106, garantizándose así llegar como líderes en solitario al parón por el All-Star y dando continuidad a un momento de forma sensacional. Los de Budenholzer suman 14 victorias en sus últimos 16 encuentros, aunque el estado de forma de su rival era también digno de elogio.

Los Pacers llegaban al choque tras haber ganado sus últimos 6 duelos, y parecían haber recuperado el pulso después de acumular varias derrotas tras la lesión de Victor Oladipo. Anoche compitieron de tú a tú frente a un de las potencias de la NBA, pero, cuando llegó el tramo decisivo del partido, les faltó esa chispa de genialidad que aportaba el escolta. Chispa de genialidad que los Bucks encontraron en Giannis Antetokounmpo.

En un plato frío

Giannis regresaba al escenario del que es, si no el peor, uno de sus peores partidos de la temporada. En su anterior visita al Bankers Life Fidelhouse el griego, y con él su equipo, se vio completamente asfixiado por un el trabajo defensivo de los locales, que le impidieron generar situaciones de ventaja o entrar en ritmo. El hecho de que solo lanzase seis veces a canasta en todo el duelo habla a las claras de lo poco que pudo lucirse aquel día.

No obstante, el candidato a MVP no estaba dispuesto a que la historia se repitiese. Antetokounmpo, sabedor de que el gran trabajo defensivo de los de McMillan aquel día no había sido casual, supo perfectamente dónde debía incidir para redimirse: redujo los uno contra uno desde el exterior, trató de hacer daño en transición, cargó con insistencia el rebote ofensivo, y leyó mucho mejor las ayudas defensivas para doblar el balón a tiempo. ¿El resultado? 33 puntos, 19 rebotes y 11 asistencias que suponen su quinto triple-doble de la temporada.

Giannis se cobró así su venganza, que tuvo que esperar hasta el final para verse consumada. Tras un gran tercer cuarto, los Pacers lograron su máxima ventaja del partido a principios del último periodo (86-76), y parecía que su defensa volvía a ahogar a Milwaukee. No obstante, el heleno se encargó de liderar la reacción, anotando 12 puntos en el cuarto final y dando a los suyos un impulso en defensa para cerrar el duelo con un parcial de 11-30 a su favor.

Aunque en menor medida, fueron también vitales las aportaciones de Khris Middleton y Malcolm Brogdon, autores de 15 y 17 puntos respectivamente. Además, Ersan Ilyasova y George Hill aportaron 11 y 12 tantos desde el banquillo para sostener a la segunda unidad de Budenholzer.

Faltan puntos

Con 20 tantos en su haber, Bojan Bogdanovic fue el máximo anotador de Indiana, seguido por los 14 puntos que consiguieron tanto Darren Collison como Domantas Sabonis. No obstante, esa ausencia de la que todo aficionado de los Pacers está ya cansado de hablar pesa, e hizo que los de McMillan no les fuese suficiente con mantener el choque en guarismos bajos para llevárselo. Wesley Matthews, llamado a aportar parte de el talento ofensivo perdido, sigue aún en periodo de adaptación, y no pudo pasar de los 8 puntos con un 2/7 en tiro.

Con todo, la sensación que deja el partido es que este equipo sigue pudiendo competir contra cualquiera. Si bien la racha de victorias llegó en su mayoría, ante conjuntos de la zona media-baja de la Liga, anoche jugaron de tú a tú contra el mismísimo líder de la competición y tuvieron el partido a tiro. Por si alguno lo dudaba, Indiana tiene aún mucha guerra que dar.

(Fotografía de portada: Jonathan Daniel/Getty Images)


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