Ver a Anthony Davis abandonar la cancha contra Minnesota con problemas en su rodilla izquierda hizo saltar todas las alarmas. El ala-pívot, propenso a las lesiones, parecía tener problemas para apoyar y el equipo rápidamente se puso manos a la obra para examinarlo, realizarle una resonancia magnética y comprobar el estado de su articulación. ¿Resultado? Los Lakers lo pierden para al menos cuatro semanas.
Según ha comunicado la propia organización angelina, Davis ha sufrido un esguince en el ligamento colateral mediano de su rodilla izquierda, dolencia que sin ser de inmensa gravedad hasta el punto de que debiese pasar por el quirófano, sí obliga a ser precavidos y llevar a cabo un calmado trabajo de recuperación.
La baja del interior supone un golpe importante para los Lakers, ya que es parte fundamental de todo lo que ocurre sobre el parqué. Para empezar, la defensa de los de oro y púrpura es 3,3 puntos mejor por cada 100 posesiones cuando Davis está en pista. Respecto a su aportación personal, promedia 23,3 puntos y 10 rebotes, si bien está mal en el tiro exterior con un 17,9% en triples.
Con 16-14 y siendo sextos de la Conferencia Oeste, los Lakers aún están en camino de encontrar el equilibrio en juego y resultados. Sin Davis, es probable que veamos más minutos de Dwight Howard y DeAndre Jordan bajo los aros, y que de igual modo Russell Westbrook deba asumir más protagonismo, y es que los californianos lo firmaron justo para esto, para liberar de trabajo y ayudar en las ausencias de Davis y LeBron James.
(Fotografía de David Berding/Getty Images)