Las retinas de Anthony Davis le llevan dando problemas bastante tiempo. Su suerte, a menudo esquiva en temas de salud y lesiones, le ha empujado a recibir fuertes golpes e incluso arañazos en la zona ocular en tiempos reciente. Hasta el punto de jugar con una retina algo desprendida que le hará pasar por quirófano y recuperarse durante la offseason.
El proceso debería ser sencillo y en ningún caso peligrar su disponibilidad para la temporada. La idea es que esté listo para el training camp con los Dallas Mavericks el próximo septiembre. El curso pasado el interior disputó tan solo 51 partidos, únicamente 9 de ellos con los Mavs. En su primer encuentro habiendo cambiado de uniforme, y jugando a gran nivel, sufrió una lesión de rodilla que le tuvo 18 partidos fuera y le impidió gozar de continuidad en el tramo final de la temporada.
Davis es la gran apuesta del proyecto de Nico Harrison en Dallas y su disponibilidad esencial para que el equipo compita.
(Fotografía de portada de Petre Thomas-Imagn Images)
