¿Es Minnesota Timberwolves uno de los equipos más menospreciados de la NBA? Apunta a ello. Aunque lleva dos cursos consecutivos llegando a las finales de la Conferencia Oeste, los comentarios alrededor de los de Minneapolis suelen señalar más a su probable salida de la élite que a ser un verdadero competidor ante cualquier rival, pese a contar con Anthony Edwards.
Sobre todo desde que cerraron en 2024 en traspaso de Karl-Anthony Towns se subrayó el hecho de que habían algo así como renunciado a su gran oportunidad. Dos cosas: está por ver que esa oportunidad existiese y más aún que hubiese llegado por el anterior camino y no por el de Randle y DiVincenzo.
Sea como fuere, la realidad es que tras empezar la actual campaña con tres derrotas en cinco partidos ya se habló de que es un equipo que se podía caer, que el Oeste es muy duro, que se han quedado en tierra de nadie… ¿Cómo han respondido los Wolves? Con dos rachas de cuatro triunfos consecutivos, la última vigente tras derrotar esta pasada madrugada a New Orleans Pelicans por 116-125, las cuales les han llevado hasta la sexta posición del Oeste con un balance de 14-8.
Un proyecto más que asentado
No son el equipo más vistoso ni por supuesto un gran mercado, pero solidez no les falta. Mientras otros equipos buscan el camino, ellos lo tienen más que trazado. Quizás por ello, porque la base es firme, Anthony Edwards no duda a la hora de señalar que no tiene dudas de que le dará a la franquicia su primer anillo. «No te preocupes. Lo haré realidad. Voy a volar como un rayo hasta donde no puedan detenerme», comentaba hace poco.
Vislumbrar un futuro tan glorioso es lanzarse a la piscina, pero verles recuperar su sitio entre los mejores tras un inicio de curso rodeado de dudas entraba dentro de la lógica. Están a la sombra y nadie cuenta con ellos. No lo necesitan. Llevan dos años demostrando que en playoffs son temibles.
(Fotografía de Matthew Hinton-Imagn Images)





