La derrota por 139-131 tras dos prórrogas puede no haber sido la peor noticia que los Timberwolves se lleven de Chicago. Con apenas 8 minutos disputados del primer cuarto, Anthony Edwards apoyó mal su pie derecho tras dar un pase y cayó al suelo con gritos de dolor que hicieron a los presentes temerse lo peor. El de Minnesota tuvo que ser rápidamente ayudado a abandonar la pista, y se dirigió al vestuario sin apoyar la pierna derecha.
Tras las preocupantes imágenes, Edwards logró lanzar un mensaje más tranquilizador una vez terminó el partido. Si bien ni él ni Chris Finch supieron concretar la gravedad de la lesión, el jugador comentó que se encontraba bien y mostró esperanzas en no tener que ausentarse demasiado tiempo. «Tendremos que ver cómo me siento mañana» concluyó.
Anthony es el único jugador de los Timberwolves que ha disputado los 71 encuentros del equipo, y con sus 25 puntos por partido es también el principal responsable de que se encuentren en la pelea por los puestos de acceso directo a playoffs. Con un balance de 35-36, están a un solo partido de Dallas en la lucha por el sexto puesto, aunque la baja de su gran estrella podría ser un revés muy duro en este sentido. Veremos si a lo largo del fin de semana la franquicia emite algún comunicado que permita aclarar su situación, aunque por ahora parece improbable que pueda estar presente en el duelo de esta noche ante Toronto.
DeRozan y LaVine, héroes locales
En lo puramente deportivo, el choque estuvo dominado por un sensacional DeMar DeRozan, que con un 49 puntos firmó su mejor anotación del curso y se encargó de arruinar la fiesta a unos Timberwolves muy combativos pese a todo. El alero se echó al equipo a la espalda en una descomunal segunda parte, en la que anotó 25 de sus tantos y se encargó de sumar la canasta que puso el empate a 113-113 a falta de 20 segundos y mandó el duelo a la primera prórroga. En ella protagonizó también varias acciones importantes, aunque también hubo tiempo para que Zach LaVine brillara.
El escolta acompañó perfectamente a DeMar con 39 puntos, incluyendo la bandeja que colocó el 123-123 cuando quedaban 11 segundos para que terminase la prórroga y forzó otros cinco minutos de tiempo extra. Este segundo mazazo fue demasiado para Minnesota, que terminó cayendo y permitió a los Bulls sumar un triunfo con el que escalar a puestos de play-in.
(Fotografía de portada: Kevin C. Cox/Getty Images)