La selección argentina está gozando de buenas oportunidades para probarse en finales ajustados. Un día después de perder por un punto ante Australia, el equipo entrenado por Sergio Hernández superó un durísimo compromiso ante Lituania. En Buenos Aires, Argentina consiguió ganar a la selección báltica por la mínima, 86-85, en un exigente partido que necesitó dos tiempos extra para decidir su ganador final.
No fue en absoluto un partido brillante en ataque de Argentina, cuyo 28,7% en tiros de campo fue más que pobre. A cambio, la selección latinoamericana se agarró a una de sus virtudes históricas: su lucha en defensa. El trabajo sucio de jugadores como Patricio Garino, Nico Laprovíttola o Marcos Delía acabó compensando el mejor acierto de Lituania. La selección báltica, que no cargó de minutos a jugadores importantes como los NBA Jonas Valanciunas, Domantas Sabonis o Mindaugas Kuzminskas, sufrío al final sus exageradas 30 pérdidas de balón ante la presión rival.
Luis Scola (17 puntos y 9 rebotes), Facundo Campazzo (16 puntos, incluyendo la canasta ganadora) y Nico Laprovíttola (15 puntos y 6 robos) fueron los mejores de Argentina, donde Manu Ginóbili solo disputó 15 minutos con 8 puntos anotados. Por Lituania, fueron los reservas Paulius Jankunas (17 puntos y 8 rebotes) y Jonas Maciulis (13 puntos) los que más brillaron en ataque. Para ambos equipos, el duelo de Buenos Aires fue una excelente prueba de cara a la exigente competición olímpica que arrancará en Río de Janeiro el 6 de agosto.