Siete victorias consecutivas después, los Kings han visto cortada su racha. El conjunto californiano cayó ante los Hawks en el State Farm Arena por 115-106, resultado que sin embargo no les saca de una quinta plaza del Oeste que se han ganado a base de victorias. Atlanta, por su parte, se mantiene en la cuarta de una, por ahora, caótica e impredecible Conferencia Este en la que han logrado consolidarse como uno de los pocos equipos verdaderamente fiables.
Los de Georgia desplegaron su mejor versión en la primera mitad, en la que se pusieron el duelo muy de cara con un gran baloncesto. Con Trae Young liderando la ofensiva, los Hawks se colocaron con una ventaja de 72-53 justo antes del descanso, aprovechando a su vez los malos tramos de unos Kings que tardaron en encontrarse a sí mismos. Solo Malik Monk, que anotó en la primera parte 15 de sus 27 puntos, pareció el de sus mejores noches, pero no pudo evitar por sí solo que los locales tomasen la delantera.
El ataque de Sacramento siguió sin ser tan demoledor como venía siendo a la vuelta de vestuarios, pero la defensa sí empezó a rendir mejor y les permitió evitar que Atlanta continuase anotando con tanta facilidad. Esto sumado al paso adelante de De’Aaron Fox, que se rehízo de una mala primera parte anotando 15 de sus 18 tantos en la segunda, compactó el marcador y llevó el duelo a un último cuarto más parejo, pero no les valió para terminar de remontar. Trae Young volvió a alzarse como héroe local en estos momentos, y a base de triples encontró respuesta para cada intento de los Kings de terminar de acercarse y dejó la victoria en casa.
El base acabó el duelo con 35 puntos y 7 asistencias tras lanzar con un 57,9% de acierto, incluyendo un 4/7 en triples. Sin grandes contribuciones de los secundarios, Trae encontró apoyo suficiente en los 15 tantos de Dejounte Murray o en los 13 de De’Andre Hunter, que fueron suficientes esta vez sellar el triunfo y mantener a Atlanta en la zona noble del Este.
«Jugamos muy rápido y muy agresivos, llegamos muchas veces a su aro» afirmó Young. «Cuando conseguimos llegar a la pintura, ya sea para anotar en penetración o para doblar el balón a un compañero abierto, nuestro ataque funciona. Hicimos un buen trabajo en sentido, atacando el aro y generando jugadas».
(Fotografía de portada: Todd Kirkland/Getty Images)