Nikola Jokic está desatado. Con los Nuggets en un estado en el que necesitan una barbaridad de su estrella cada noche para poder sumar victorias, el serbio ha preguntado que si le pueden subir un poco la dificultad a la liga para que le cueste un poco más hacer números que nadie ha hecho nunca en la historia. Pero eso es algo que no hay forma de evitar. O por lo menos, los Atlanta Hawks no son quien para evitarlo.
El cuadro de Georgia, que llegaba en su mejor momento del curso con seis triunfos consecutivos, ha sucumbido por 111-141 a otra noche histórica del pívot, que tras firmar el récord anotador de su carrera en Washington no ha levantado el pie del acelerador. Nikola se ha ido en el State Farm Arena hasta los 48 puntos, 14 rebotes y 8 asistencias, comandando a unos Nuggets que, dolidos tras el tropiezo ante los Wizards, salieron a por todas y arrollaron a Atlanta de principio a fin.
Al encadenar esta actuación con la de Washington, Jokic ha logrado colarse en un club muy especial en la historia de la NBA, pues se ha convertido en el tercer jugador en firmar dos choques de +45 puntos, +10 rebotes y +5 asistencias consecutivos. Esto es algo que hasta la fecha solo habían logrado Elgin Baylor, que lo hizo en 1961 (fueron cuatro partidos seguidos) y Wilt Chamberlain, quien lo hizo tres veces en 1963, por lo que el serbio es el primero en hacerlo en más de 60 años.
Esta vez, no obstante, sus compañeros no lo dejaron tan solo como en la capital. Michael Porter Jr., con 26 tantos, fue su mejor escudero a pesar de su 1/5 en triples, pues sus buenos cortes a canasta le permitieron recibir en ventaja en numerosas ocasiones y finalizar bajo el aro. Christian Braun, por su parte, sumó 17 puntos, mientras que Julian Strawther lideró a la segunda unidad con 13, haciendo olvidar así la baja de Jamal Murray y ayudando a los de Malone a lucir como un rodillo. El cuadro de Colorado fue ganando de principio a fin y pasó toda la segunda mitad con al menos 15 tantos de ventaja, no dejando nunca a los Hawks construir un momentum con el que meter a la grada en el partido y tratar de remontar.
Fin de la racha
Atlanta puso por tanto un final triste a un tramo bastante ilusionante, en el que no solo han encadenado victorias sino que lo han hecho ante rivales de entidad como Cleveland, Milwaukee o Lakers. Esta vez, sin embargo, pese a contar con seis hombres en dobles dígitos, su debilidad defensiva les impidió seguir el ritmo de los visitantes, recibiendo un mazazo que pes a todo no debe ser motivo de desilusión en la previa de uno de los momentos más importantes del curso. En apenas tres días, los Hawks visitarán a los Knicks en los cuartos de final de la Copa, encuentro en el que, si ofrecen el nivel mostrado en las últimas semanas, tendrán serias papeletas para ganarse un viaje a Las Vegas.
